'La Manada' utilizó su «superioridad» para violar diez veces a la víctima

Sabían lo que hacían y que la chica no quería. Así lo ha entendido el Tribunal Supremo, que en su sentencia del caso de 'La Manada' considera que los cinco miembros del grupo se valieron de su «superioridad» para cometer la violación. El alto tribunal considera que actuaron «con pleno conocimiento» de que lo que estaban haciendo atentaba contra la libertad sexual de la víctima, «sin que en ningún momento esta prestara su consentimiento» para ser sometida a diez actos sexuales -bucales, anales y vaginales- en poco más de minuto y medio. Estos son los argumentos que llevaron al Supremo a corregir a la Audiencia Provincial de Navarra y al Tribunal Superior de Justicia de esa comunidad y a elevar la condena de nueve a 15 años de cárcel a los cinco amigos sevillanos que en los Sanfermines de 2016 agredieron sexualmente a una joven madrileña en un portal de Pamplona.

Estas explicaciones que justifican la condena se han hecho públicas hoy al revelarse el contenido completo de la sentencia del Supremo, cuyo fallo se dio a conocer hacer dos semanas. En ella, los magistrados aseguran que el acto fue totalmente premeditado: «Buscaron expresamente la situación, sin que la víctima tuviera conocimiento alguno». Y lo hicieron desde el momento en que se percataron de que «la joven estaba sola y que no encontraba a sus amigos». Es decir, la vieron vulnerable y «embriagada» y entre todos empezaron a trazar sus planes.

En la sentencia, los jueces detallan por qué el caso tiene que ser considerado una agresión sexual múltiple y no un abuso, como habían entendido la Audiencia Provincial de Pamplona y el Tribunal Superior de Justicia de Navarra. Recuerdan que la víctima había sido llevada por los agresores al portal, «un lugar recóndito, buscado a propósito», y que cometieron «una violación múltiple, efectuada por cinco personas, en la que todos participan como autores». La víctima, añaden, fue objeto de «al menos de 10 agresiones sexuales» durante un minuto y 38 segundos. «Todo ello implica una intensificación de la intimidación que sufrió la víctima con efectiva disminución de capacidad de respuesta, dando lugar todo ello a un aumento cualitativo de la gravedad de la situación», explica la Sala. La joven se encontraba «agobiada, impresionada, sin capacidad de reacción, sintiendo en todo momento un intenso agobio y desasosiego que le produjo estupor, haciendo todo lo que los acusados le decían que hiciera». «La presencia de los cinco acusados, previamente concertada, supone una acusada superioridad para poder llevar a cabo el plan buscado a propósito por los acusados», recoge la sentencia, donde se destaca que aunque el delito hubiese sido cometido por una sola persona «bastaría para apreciar la intimidación» debido a «la diferencia de edad de los agresores con la víctima, la fuerte complexión física de todos los autores, el lugar recóndito, angosto y sin salida donde tuvieron lugar los hechos y la situación de embriaguez en que se encontraba la chica». Es decir, que «la actuación conjunta de todos» no era necesaria «para obtener el efecto intimidatorio sobre la misma».

Según el tribunal, los autores «necesariamente» debían conocer no solo «el peligro concreto» de su acción sino que aquellos actos sexuales «no eran expresamente consentidos por la joven». «Les resultaba indiferente el estado en que se encontraba totalmente desprotegida y vulnerable», destaca la sentencia.

El fallo de la condena se adelantó el pasado 21 de junio, mismo día que se celebró la vista pública ante de deliberar los recursos presentados contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Navarra. El Supremo acordó elevar las condenas para los cinco acusados de 9 a 15 años de prisión por un delito continuado de violación con las agravantes específicas de trato vejatorio y actuación conjunta de dos o más personas. Desde entonces, los cinco miembros de 'La Manada' permanecen en prisión.