Osakidetza iniciará en octubre las obras del nuevo edificio de consultas externas de Basurto, que estará listo en 2029

Martínez ha comparecido ante los medios de comunicación en compañía del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y varios cargos de Osakidetza. El consejero ha señalado que el nuevo edificio es «un paso histórico en la modernización de nuestro sistema sanitario». No en vano, la obra supone la mayor inversión de Osakidetza en lo que va de siglo: 135 millones de euros. El proyecto del edificio se adjudicó por 106 millones a la UTE formada por Viuda de Sainz, Eba, Urbelan y Emartin. ¿Cómo se justifica el desfase de dinero? Fuentes oficiales de Salud explican que se debe al coste de licencias y equipamientos y al IVA. El plazo de ejecución de las labores es de 36 meses, pero luego será necesario equipar la infraestructura.

Las futuras consultas externas se repartirán en dos estructuras de cuatro alturas, además de otras cuatro plantas de sótano. En total ocupará una superficie de 38.000 metros cuadrados. Se levantarán en las parcelas del actual aparcamiento de Capuchinos, situado entre el hospital y la sede de EITB, y en el solar que ocupaba la antigua unidad docente de la UPV/EHU en el centro sanitario, ya demolida.

La construcción se realizará en varias fases. En la primera, que arranca en octubre, se llevarán a cabo las obras de adecuación del recinto hospitalario que permitan compatibilizar la ejecución de la obra con el funcionamiento del hospital. El consejero ha subrayado que esta actuación «refuerza la apuesta del Gobierno vasco por el bienestar de la ciudadanía a través de un sistema sanitario sólido, moderno y más accesible».

Además, ha destacado que el nuevo equipamiento supone «un avance significativo en la modernización de infraestructuras hospitalarias» y permitirá, entre otras cuestiones, «ampliar y reorganizar los espacios asistenciales, así como reforzar los circuitos independientes para pacientes ambulatorios». En la actualidad, las consultas externas de Basurto están dispersas por varios pabellones, lo que incluye «desplazamientos internos de profesionales y pacientes que generan un flujo y tráfico de personas que, aunque nos hayamos acostumbrado, puede ser mejorable y optimizable».

«Vamos a evitar este cruce de pacientes hospitalizados con pacientes ambulatorios», ha añadido Martínez, ya que «el nuevo edificio permitirá ordenar los espacios de manera accesible con un diseño mejor adaptado a las necesidades de la ciudadanía además de con un estilo más moderno y funcional». El consejero de Salud ha explicado que «esta nueva infraestructura dispondrá del espacio necesario para hacer frente a una demanda creciente y dar respuesta así a las nuevas prestaciones».

Las dos futuras construcciones estarán unidas por la planta baja. Entre ambas alojarán alrededor de 175 consultas, además de salas de tratamiento, pruebas y procedimientos, un área de radiología ambulatoria y la farmacia del centro bilbaíno. Allí se reubicarán las consultas externas de una treintena de servicios hospitalarios.

Estos nuevos edificios no solo permitirán ganar nuevos espacios sanitarios y modernizar el centro: se convertirán en la nueva puerta principal de entrada a Basurto. Tomarán así el relevo del pabellón Arrupe. Por allí pasará el grueso de los pacientes ambulatorios que cada día acude al hospital.

A nivel estético las nuevas estructuras se integrarán con el resto del recinto, tanto en colores como en volúmenes y morfología. Basurto, un hospital centenario, está declarado Patrimonio Histórico y sus edificios tienen un elevado nivel de protección. Un hecho que, en no pocas ocasiones, dificulta las obras a realizar en este entorno. En su exterior los inmuebles contará con zonas verdes y arbolado, mientras que en su interior el diseño elegido persigue obtener unos edificios más funcionales y accesibles, en los que se aprovechará la iluminación natural para«humanizar los espacios», según ha detallado Martínez. Bajo tierra, además de algunos servicios sanitarios, se habilitará un aparcamiento con capacidad para 443 plazas.

«Lo afrontamos con mucha ilusión pero será necesaria también cierta dosis de paciencia», ha dicho el consejero. Y es que el inicio de las obras va a conllevar una remodelación de la movilidad en el hospital. Para empezar, se va a cortar el acceso al hospital por la calle Gurtubay, donde está el parking. Pacientes y familiares deberán entrar por la avenida Montevideo, donde están ubicadas las barreras, o por el actual edificio de consultas externas, el pabellón Arrupe. Se habilitará una entrada exclusiva para trabajadores y personal del hospital en la zona trasera.

También habrá cambios dentro del recinto hospitalario. La carretera circular se cortará en la zona en la que se van a acometer las obras, por lo que se habilitará un doble sentido, lo que obligará asimismo a acondicionar los viales y a quitar las plazas de aparcamiento. «El acceso al hospital está garantizado, no así el aparcamiento», ha dicho Alfonso Allende, director económico financiero OSI Bilbao-Basurto.

Por otro lado, la parada actual de taxis se va a suprimir y Osakidetza ya analiza posibles alternativas con el Ayuntamiento de Bilbao. Ese espacio se destinará a los vehículos sanitarios (ambulancias, coches de hospitalización a domicilio...). «Son cambios temporales perfectamente asumibles», ha indicado Allende. Por último, el hospital ha llegado a un acuerdo con la Intermodal para que los trabajadores sanitarios cuenten con una serie de plazas de aparcamiento.

El alcalde, Juan Mari Aburto, se ha felicitado por el inicio de las obras. «Con este proyecto, el sistema de salud de Bilbao mejora considerablemente», ha indicado. A su juicio, Osakidetza «es nuestro tesoro y tenemos que cuidarlo», algo que pasa también por «la corresponsabilidad: cuanto más nos cuidemos, la atención sanitaria será menos necesaria», ha dicho.