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Una intervención cardiaca en uno de los quirófanos del hospital de Basurto. Yvonne Iturgaiz

Basurto, primer hospital vasco en aplicar una técnica más segura para las arritmias

El centro de Osakidetza comienza a tratar de forma más rápida la fibrilación auricular gracias a pulsos eléctricos ultrarrápidos

Lunes, 4 de septiembre 2023, 00:22

La arritmia es uno de los problemas del corazón más habituales. Se da cuando una persona tiene un ritmo cardiaco anormal, ya sea porque es ... más rápido de lo habitual o lo contrario, porque es más lento. Una de las causas principales que está detrás de esta enfermedad es la fibrilación auricular; esto es que la electricidad que se genera en alguna de las venas pulmonares que nacen en la aurícula izquierda llega por error al corazón. El resultado es un cambio inusual en su frecuencia cardiaca que puede acabar provocando un coágulo sanguíneo y desembocar en un ictus.

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Para tratar esta patología el hospital de Basurto ha incorporado una nueva técnica que permite que esa electricidad no llegue al órgano. Se conoce como ablación de campo pulsado. Su diferencia con otros procesos ya existentes para tratar esta dolencia es que «es más rápida, más segura e igual de eficaz», destaca José Miguel Ormaetxe, jefe del servicio de Cardiología de este centro. En apenas un segundo logra destruir las células enfermas que pueden estar detrás de las arritmias, cuando las otras dos opciones terapéuticas existentes, radiofrecuencia o congelación, necesitan varios minutos para lograrlo.

Menos riesgos

Con esta nueva técnica se evita la posibilidad de dañar el esófago o el nervio frénico

Al tratarse de una técnica no térmica desaparece la posibilidad de dañar durante su realización otras zonas próximas a la aurícula izquierda como el esófago o el nervio frénico y provocar una parálisis del diafragma. De ahí que sea más segura. Reduce el riesgo de complicaciones posteriores. A esto se suma que el paciente se recupera mucho más rápido. Al día siguiente a la intervención puede ser dado de alta.

Basurto ha sido el primer hospital de Euskadi en incorporar esta técnica. Su equipo de Cardiología la lleva practicando desde hace dos meses y en este tiempo han tratado con ella a varios pacientes a los que ya se les había realizado previamente una ablación cardiaca con alguno de los otros dos procesos pero la operación no había logrado el resultado esperado y sus problemas cardiacos persistían. A tenor de los buenos resultados obtenidos con la nueva técnica, la idea de los especialistas bilbaínos es emplearla en cada vez más pacientes, algo que ya está ocurriendo en otros centros sanitarios europeos donde también se está aplicando.

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Equipo de cardiología

Basurto realiza al año 300 ablaciones cardiacas, de ellas un centenar causadas por fibrilación auricular

En Basurto realizan al año cerca de trescientas ablaciones cardiacas para tratar arritmias. De ellas un centenar son causadas por fibrilación auricular. La mayoría las padecen personas de mediana edad o mayores, aunque también hay deportistas jóvenes que han sufrido este problema. La idea es que en el futuro la mayoría de los enfermos con esta patología se beneficien de esta nueva técnica, pero «no todos». Ormaetxe recalca que esta opción no tiene por qué ser necesariamente la indicada en todos los pacientes. Habrá que estudiar cada caso para ofrecerle a cada afectado el tratamiento concreto que mejor solucione su problema de salud.

Formación en Toulouse

Antes de comenzar a emplearla dos especialistas de Basurto se desplazaron al principal hospital de la ciudad francesa de Toulouse, para conocer más de esta nueva vía para practicar una ablación cardiaca. El centro galo cuenta con una amplia experiencia en este campo. También fueron asesorados por los facultativos del hospital de Valdecilla y de la clínica de Navarra, que también la emplean. Al ser el procedimiento muy similar a los ya empleados con otras técnicas, el aprendizaje de los profesionales bilbaínos fue muy rápido. Acceden al corazón desde la arteria femoral por medio de un catéter y, una vez en la aurícula izquierda, actúan en la zona de unión de esta con las venas pulmonares. Con la diferencia de que el nuevo dispositivo emplea para «quemar» las partes dañadas pulsos eléctricos ultrarrápidos muy precisos en lugar de calor o frío intenso para congelarlo. El resultado es una intervención más veloz, más segura y con una recuperación más ágil del paciente.

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