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El próximo 8 de septiembre comienza un curso escolar al que se incorporarán alumnos vacunados y otros no inmunizados. e. c.
Vacuna Covid menores Euskadi

Más de 10.600 escolares vascos arrancarán el curso sin vacunar tras haberse contagiado

Aunque la infección les protege frente al virus, no se podrán inocular hasta seis meses después de contraer el covid

Viernes, 6 de agosto 2021, 00:40

Las autoridades sanitarias llevan semanas con el foco puesto en el inicio del curso escolar. Si en el primer verano pandémico el gran objetivo fue ... adoptar las medidas de prevención más adecuadas en los centros docentes para evitar que el virus se propagara por las aulas, este año se busca arrancar el mes de septiembre con el mayor número posible de alumnos inmunizados. En Euskadi, sin embargo, más de 10.600 escolares de entre 12 y 18 años no podrán inocularse antes de que comience el próximo periodo lectivo. Se trata de los adolescentes que se han contagiado desde finales de marzo y que, tal y como marca el protocolo, deben esperar seis meses para recibir la primera dosis.

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El pasado 20 de julio Osakidetza abrió la autocita a la población de entre 12 y 15 años para reactivar la campaña. Ningún suero anticovid está autorizado para edades más bajas, aunque Pfizer-BioNTech ya ha realizado pruebas para reformular su prototipo como vacuna pediátrica. La llamada a los mayores de 16 años tuvo lugar semanas antes. Sin embargo, el impacto en el proceso de inmunización no ha sido el esperado. El Servicio vasco de Salud dispone aún de 22.000 citas por cubrir en sus agendas -último dato confirmado el pasado martes- debido a las anulaciones de los jóvenes que han dado positivo en la quinta ola o al retraso en la solicitud de fecha de quienes han priorizado un viaje de verano antes que protegerse contra el virus.

La situación preocupa y no lo ocultó esta semana la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, que suplicó a los padres de adolescentes que pidan cita cuanto antes de cara a conseguir que sus hijos regresen a clase con un importante grado de inmunidad. Si no es con el ciclo completo, al menos con el primer pinchazo. Es decir, conseguir una 'vuelta al cole' algo más tranquila y que el virus no ocasione los trastornos del año pasado.

Y también por un bien común. Aunque la enfermedad afecta de manera leve a niños y adolescentes, se trata de un colectivo peligroso porque aún residen con sus padres o abuelos y éstos, aunque hayan finalizado la pauta vacunal, pueden caer en las garras del patógeno. Con un riesgo mayor además por la variante Delta, que reduce la efectividad de todas las profilaxis contra el coronavirus que se comercializan en Europa. Siempre hay alguna posibilidad de infectarse y el objetivo es tratar también de evitar que los jóvenes lleven el virus a sus hogares.

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Cierto es que muchos de los 10.600 menores de entre 12 y 18 años que se han contagiado en los últimos seis meses han generado o generarán anticuerpos de manera natural, lo que les confiere cierta protección frente a la infección. Se trata de cerca de un 6% de los adolescentes que conforman este grupo poblacional. Unas franjas de edad, junto a la de los veinteañeros, con las que se ha cebado este último golpe de la pandemia. Si este embate vírico, además de ser identificado como el quinto que ataca a la población, ha recibido el nombre de 'ola joven' no es por casualidad.

Los viajes de fin de curso

Del total de positivos contabilizados desde finales de marzo en estas capas de edad en el País Vasco, el 63% se ha diagnosticado a partir del 23 de junio -más de 6.700-, cuando se desató esta quinta onda epidémica. Es a partir de esa fecha, unos días después del primer fin de semana con los escolares de vacaciones estivales, cuando los contagios comenzaron a crecer. Se notó que los chavales habían finalizado los exámenes de fin de curso y volvieron a reunirse con sus cuadrillas, en muchas ocasiones, sin mantener las medidas básicas de seguridad para prevenir los contagios.

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Pero no fue hasta principios de julio, cuando la transmisión se desbocó entre los más jóvenes. ¿El motivo? Los viajes de fin de curso con brotes detectados en Salou, Mallorca, Benidorm o Conil. A partir de principios de julio, cuando los casos se triplican con respecto a mediados de junio, la escalada de positivos fue imparable y, aunque a nivel hospitalario el impacto ha sido menor, acabó desembocando en la ola con mayor incidencia de toda la crisis.

los datos

  • 6% es el porcentaje de adolescentes contagiados en los últimos seis meses del total de la población de 12 a 18 años.

  • 22.000 citas libres, que Oskidetza ha pedido cubrir con escolares.

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