El inmigrante que rescató a un hombre en la ría, el salvador de un periodista... y 9 héroes vascos más

Se reparten en dos categorías. Las de distintivo rojo, que son dos, destacan las actuaciones extraordinarias que pongan de manifiesto cualidades excepcionales de entrega, valor, espíritu humanitario o solidaridad social ante una situación de emergencia en la que peligren personas o bienes. Luego, se entregan otros 9 de color verde y que responden a aquellas acciones, actuaciones o hechos meritorios de ciudadanos o ciudadanas que contribuyan de manera determinante a la protección y salvaguarda de personas y bienes en una situación de emergencia.

Mouhammad Diouf recibirá uno de los dos galardones bermellones este año. Se trata de un inmigrante sin papeles que el 20 de junio del 2021 se lanzó a las aguas de la ría para rescatar a un varón de 72 años que había sufrido un desvanecimiento a la altura del puente de la Merced de la capital vizcaína.

El acto de Diouf ya fue muy valorado aquellos días. De hecho, incluso se recogieron 50.000 firmas que se presentaron ante la Subdelegación del Gobierno central para que el senegalés, de 26 años pudiera regularizar su situación, cosa que aún no ha logrado. También el Bilbao Basket le homenajeó hace poco: el joven está ligado a la entidad a través de un programa de integración social para jóvenes con dificultades como él para ayudarles a superar cualquier barrera.

Este héroe llegó a España en 2016 en una patera tras haberlo intentado otras 18 ocasiones. Permaneció 52 días en el centro de internamiento para extranjeros de Tarifa y de allí vino a Bilbao, donde un amigo de su padre le esperaba para ayudarle. Se encuentra perfectamente integrado y ha estudiado varios cursillos para encontrar una salida profesional.

El otro metal de esta categoría lo recibirá Iñaki Agirre. El 10 de enero del 2021, rescató a una parapentista que había caído al mar de forma accidental en la playa de Antilla en Orio (Gipuzkoa). Él había acudido a la zona a practicar surf. La acción fue difícil ya que la mujer tenía los pies atados por las cuerdas del propio parapente.

Se habían intercambiado llamadas y whatsapps, hasta un vídeo de agradecimiento... pero Iñaki Agirre no había vuelto a ver a Natalia Maure desde que el 10 de enero de 2021 le salvó la vida. Eran las tres y media de la tarde cuando aquel domingo de hace un año el oriotarra, que se disponía a entrar al agua para surfear con su hijo en la playa de Antilla, escuchó unos gritos que le alertaron de que algo pasaba. «Había una parapentista en las rocas. Dejé la tabla corta con la que iba a surfear, cogí la grande y fui a por ella», recuerda ahora desde el interior de un bar, donde comparte un café –él prefiere una caña– con Natalia, que vive en Donostia, en un reencuentro que ambos llevaban tiempo esperando pero que «el Covid no ha permitido hasta ahora».

El Gobierno vasco le ha otorgado una de las medallas al mérito de emergencias por su valentía, pese a que él se niega a admitir que hiciera algo extraordinario. «Cualquiera lo habría hecho», defiende, pero la realidad es que fue Iñaki quien acudió al rescate de Natalia. Solo él. Y ese acto ha creado un vínculo especial entre ellos porque cuando ayer se volvieron a ver después de tanto tiempo y sin apenas conocerse, se fundieron en un abrazo que hablaba por sí solo. Natalia es consciente de que si Iñaki no hubiera entrado al agua, puede que no pudiera contar su historia ahora. «Siempre estaré agradecida». Él también sabe de su hazaña, si bien prefiere no alardear de algo que le parece «normal». «En el agua nos ayudamos todos. Si veo un niño que está siendo arrastrado por la marea, me acerco», explica.

No obstante, aquella vez fue diferente. Cuarenta minutos de angustia. Es el tiempo que Iñaki tardó en llegar hasta la joven, subirla a la tabla y llevarle a la orilla, donde le esperaba una ambulancia, además de sus compañeros del club de parapente con el que estaba realizando un curso cuando «por problemas técnicos y quizá algo de falta de experiencia», tuvo que aterrizar en el agua.

Cuando pensaba que tenía todo controlado, Natalia, aún sin ser consciente del peligro que iba a correr unos minutos después, empezó a nadar hacia las rocas. «Me parecía una buena idea, pero más tarde comprendí que no. El mar no estaba muy bravo, pero en esa zona siempre tiene fuerza y me arrastró por todas las rocas. Además, las líneas del parapente se me enroscaron en las piernas y no podía moverlas», rememora con cierta tensión, mientras palpa de nuevo la tabla de color blanco en la que Iñaki le acercó a la orilla. Ella, subida, ayudó como podía con pequeñas remadas, y él, iba nadando. Hasta entonces, vio su vida en peligro.

El día 2 de enero de 2021, Joseba Mirene Elorrieta Mendiola, guarda del refugio Arraba del Gorbea, salió en busca de dos personas que se hallaban desorientadas a causa de las malas condiciones meteorológicas, tras dar la alerta al 112. Elorrieta Mendiola salió solo en primera instancia y participó finalmente en el rescate de ambas.

Además, los días 4 y 5 de enero del 2021, también en situación de meteorología adversa, avisó al 112 informando de que cuatro jóvenes no podían descender por sus propios medios. El guarda cobijó a los jóvenes en el refugio durante dos noches. Finalmente, el grupo pudo ser rescatado por recursos de la Unidad de Vigilancia y Rescate de la Ertzaintza.

El 17 de septiembre del 2020, un varón se desvaneció en plena vía pública en San Sebastián como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria. Se trataba del periodista de este periódico Oskar Belategui. Jesús Etxebarria, quien en ese momento paseaba por el lugar, prestó a nuestro compañero los primeros auxilios sanitarios antes de que llegaran al lugar los servicios sanitarios. Luego, Belategui contó su historia en este diario.

El día 27 de marzo del 2021, Borja Villarejo Fernández, residente de quinto curso de Traumatología, que estaba en la playa de Laida (Ibarrangelu), consiguió reanimar a una menor de 5 años de edad que se encontraba inconsciente, en parada cardiorrespiratoria, tras ser arrastrada por la corriente.

El 12 de abril del 2021, un varón de mediana edad sufrió una parada cardíaca en plena vía pública de Irún. Vanesa Hernández Elvira, enfermera de profesión, le realizó una RCP e incluso le colocó una vía antes de que llegaran los servicios sanitarios y en presencia de agentes de la comisaría de la localidad desplazados al lugar.

El 17 de mayo del 2021, una mujer dio a luz en el domicilio familiar de Vitoria-Gasteiz. Una de sus hijas, Ye Traore, de 10 años de edad, se puso en contacto con el Centro de Gestión de Tráfico y Emergencias del Gobierno Vasco, a través del teléfono 112, a fin de solicitar ayuda. La menor ofreció todos los datos requeridos por la operadora telefónica con gran precisión, tal y como consta en la grabación registrada por dicho Centro.

El día 31 de julio del 2021, los bomberos rescataron a instancias de la Policía Local de Sestao a una anciana de 91 años que había sufrido una caída en el interior de su domicilio sito en este municipio vizcaíno. La intervención pudo llevarse a cabo gracias a la labor llevada a cabo por la vecina Ana Justa Román García, quien está pendiente de la anciana desde que comenzó la pandemia, sin ser familiar de esta y ni siquiera mantener relaciones de amistad.

La jubilada vive sola, no tiene familia, y su marido se encuentra ingresado en una residencia. Fue precisamente la propia Román García, la persona que le tramitó el servicio de ayuda a mayores a través del pulsador de teleasistencia. Gracias a estas llamadas diarias se tuvo constancia del suceso y se pudo llevar a cabo el rescate.

No es la primera vez que Román García es protagonista de este tipo de actos. En septiembre del 2020, alertó a la policía local de Sestao acerca de la ausencia prolongada de otro vecino de 88 años de edad quien también había sufrido una caída en el interior de su domicilio.

El 4 de septiembre, Richard Maikel Ortega Ariza contribuyó a salvar la vida de una mujer que pretendía precipitarse al vacío desde el puente de Miraflores, dirección Bilbao-Bermeo. Ortega Ariza avisó a los recursos de emergencias y acompañó a la mujer en todo momento, dialogando con ella y tranquilizándola, evitando de este modo que desistiera de su decisión.

El día 1 de octubre del 2021, Ibai Rengel Caballero actuó de forma determinante en las labores de asistencia a una persona que acababa de sufrir un atropello en la N-634, en el cruce de San Prudencio de Getaria, y que, como consecuencia del mismo, había perdido uno de sus miembros. Este hombre aseguró la zona a fin de que otras personas usuarias que circulaban por dicha vía no se vieran implicadas en otro accidente, solicitó los servicios de emergencia y de una ambulancia medicalizada, tranquilizó a la persona herida, le realizó un primer torniquete, localizó el miembro amputado, acudió a por hielo para preservar el mismo y aguardó en el lugar hasta la llegada de las patrullas policiales y los servicios sanitarios.

El 13 de octubre del 2021, un varón de 77 años sufrió una parada cardiorrespiratoria en plena vía pública del municipio guipuzcoano de Pasaia. Maialen Villanueva Llanos, Técnica de Emergencias Sanitarias, que se encontraba casualmente en la zona, consiguió reanimar a la víctima que en ese momento no tenía constantes vitales antes de que llegaran a la zona los servicios sanitarios.

La asociación Galdakao Boluntarioen Gizarte Elkartea (GBGE) recibirá una placa diploma por su labor este año en la isla de La Palma. Voluntarios de esta entidad se trasladaron el 28 de octubre a la zona de El Paso para prestar ayuda a la población afectada por la erupción del volcán. Entre los trabajos que llevaron a cabo están la limpieza y retirada de ceniza en tejados, puertas y ventanas. Entre las cosas que más les dejó tocados fue el silencio que había en el ambiente.

Además de estos galardones, también se entregan 20 diplomas acreditativos a voluntarios de Protección Civil. Con 25 años de servicio: Modesto García, Iñaki Ranjil, Francisca Sainz, Laura Fernández, Andrés Ayala, Iñaki Araolaza y José Luis Ares. Con 10 años de servicio: Iñaki Lario, Juan Ríos, Jabier Bravo, Iker Korta, Enrique Pastor, Luis Alberto Ubierna, Iker Arizmendi, Rubén Antolín, Zuriñe Fernández, Javier Domínguez, Josu Abaunza, Unai Ceberio y Enrique Castañeda.

Asimismo, se da un diploma de reconocimiento a las organizaciones locales de voluntarias y voluntarios de Protección Civil de Euskadi y a las entidades colaboradoras convenidas con el Gobierno Vasco con 25 años de servicio. En este caso, se lo lleva Zingira Zarautz-Protección Civil de Zarautz.