«Nuestros hijos se pueden volver más sedentarios»

Facultativos consultados por este diario advierten que realizar deporte de manera habitual tiene multitud de beneficios a nivel orgánico, emocional y social. Ignacio Díez, pediatra en la OSI Araba y miembro de la Sociedad Vasco Navarra de Pediatría, recuerda que uno de cada tres niños en Euskadi tiene problemas de malnutrición debido a sobrepeso u obesidad. Practicar ejercicio baja la tensión arterial, previene de las elevaciones de la glucosa y disminuye el riesgo de padecer osteoporosis en un futuro. «La actividad física es un potenciador de la fijación de calcio en los huesos», explica el también especialista en Endocrinología. A su vez, se incrementan los glóbulos blancos, que defienden al organismo de desarrollar células cancerígenas y potencian la resistencia a virus y bacterias.

A nivel físico, también se mejora la agilidad, se potencian los reflejos y se tonifica la musculación y las articulaciones. Pero las bondades del deporte en estas edades van más allá: ayuda a dormir mejor, a reducir la depresión o la ansiedad, a mejorar la autoestima y a estimular el cerebro. «La media de calificaciones de los niños que hacen ejercicio físico es superior a aquellos que son sedentarios», apunta el doctor Díez.

Desde el punto de vista social, contribuye a que los menores se alejen de las drogas blandas y se les inculcan valores como el compañerismo, además de aprender a asumir responsabilidades. Y, cómo no, pasan menos tiempo con los videojuegos y los móviles. «En San Mamés vociferan 40.000 personas y a los chavales no se les ha dejado practicar deporte al aire libre. El riesgo de contagio es veinte veces menor que en espacios cerrados», lamenta Larreina.

El especialista vizcaíno recomienda dos o tres días de deporte a la semana, aunque «un niño debería moverse todos los días con un balón, una raqueta o jugando al escondite». «Lo ideal es adquirir un compromiso para tener una regularidad». Por su parte, el pediatra de la OSI Araba considera que «cada edad tiene su ejercicio ideal» y que no debe ser hasta los 12 años cuando comiencen a aprender técnicas. «Hay que motivar a los niños y que cada uno escoja su actividad deportiva, cada uno tiene que ir descubriendo sus habilidades».