España sufre la mayor plaga de incendios forestales en una década
Las llamas arrasan el doble de monte que en años anteriores, con 23 superfuegos y 80.000 hectáreas quemadas solo en estos 20 tórridos días
Veinte días han bastado para destrozar todos los récord de incendios forestales registrados en España en la última década. Dos larguísimas olas de calor, una ... a mediados de junio y otra a punto de acabar, cada una con una semana y media de jornadas de 40 o más grados desde Málaga hasta Galicia, han provocado el mayor encadenamiento de episodios de devastación en bosques y montes que se recuerda en muchos años.
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Si solo se atiende a los datos oficiales de incendios hasta ahora disponibles, que no contabilizan la presente ola de calor por quedarse en el 10 de julio, este año ya sería el que acumula más hectáreas arrasadas en el primer semestre desde 2012. Las llamas calcinaron en ese tiempo casi el doble terreno forestal que la media del resto de la década.
No obstante, si a esas cifras se le suman las 30.000 hectáreas de arboleda que el fuego ha arrasado de norte a sur de la península en los últimos ocho días, según los avances de daños de las comunidades autónomas, se tienen no menos de 100.000 hectáreas destruidas desde el 1 de enero en España. Eso es tanto terreno como el que el fuego destruyó en todo un año en los últimos cinco y el equivalente a diez veces la superficie de Barcelona.
Pero lo peor de todo es que solo en esos 20 días tórridos de junio y de julio la suma de unas temperaturas infernales con arboledas repletas de matorral y maleza secas como la yesca han desencadenado 23 superincendios -de más de 500 hectáreas-, buena parte de ellos incontrolables durante días, que han quemado más de 80.000 hectáreas. En otras palabras, solo durante las dos olas de calor se produjeron 23 de los 25 incendios extremos de 2022 y se quemó el 80% de todo el terreno forestal calcinado desde enero.
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El problema es que el triste récord de incendios que podría marcar este verano aún está por conocerse, pues el Instituto de Meteorología ya avisa que el riesgo extremo de fuegos sigue vigente, pues el jueves, cuando aún no se habrán apagado en Extremadura o Málaga los últimos rescoldos, volverá a vivirse otro episodio de subida generalizada de las temperaturas.
Mientras las llamas comenzaban a dar tregua en Extremadura y Andalucía, los puntos más críticos de la última semana, los grandes incendios se intensificaban en Galicia, Zamora y Barcelona, donde obligaron a evacuar unos 2.000 vecinos de medio centenar de pueblos y barrios y cortaron durante horas las comunicaciones por tren, incluido el AVE a Galicia, entre Puebla de Sanabria y Zamora.
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Un pastor de 69 años abrasado con su rebaño, la segunda víctima en Zamora
Zamora, Galicia y Barcelona
El fuego con mayor riesgo fue el que arrasaba cientos de hectáreas en Losacio (Zamora), con 14 pueblos desalojados, que se extendía peligrosamente hacia la única parte de la Sierra de la Culebra que no se quemó en junio y que ya ha dejado dos muertes. La primera fue la del brigadista forestal de 62 años Daniel Gullón Varas, encargado del manejo de una manguera de una autobomba, al que, según las investigaciones de la Guardia Civil, el fuego atrapó cuando trataba junto a otros compañeros de frenar su avance. La segunda víctima fue localizada ayer por la mañana por miembros de los equipos de emergencia. Fue en el paraje Raya de los Pozones, ubicado a unos cuatro kilómetros de la pedanía de Escober de Tábara, perteneciente al municipio de Fereruela de Tábara. En el terreno calcinado fue hallado el cadáver de un pastor de la zona, de 69 años, junto a los restos también quemados de parte de su rebaño.
El otro punto crítico era Galicia, con casi 14.000 hectáreas destruidas en esta ola. Ayer tenía diez fuegos de riesgo activos, 750 vecinos de 30 barrios evacuados entre Orense y Lugo y 15 casas quemadas. Los grandes focos estaban en Valdeorras, Vilariño de Conso y Folgoso de Courel. El tercer lugar en llamas era Pont Vilomara, en la provincia de Barcelona. El fuego quedó estabilizado en la tarde de ayer tras quemar 42 casas y 1.614 hectáreas.
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Pánico en un tren Madrid-Galicia por el incendio de Zamora
El incendio iniciado en Losacio (Zamora) obligó a suspender ayer la circulación de la línea de Alta Velocidad Madrid-Galicia, en el tramo comprendido entre el municipio zamorano de Otero de Bodas y la capital de la provincia. La medida se tomó para garantizar la seguridad de los pasajeros, ante la cercanía de las llamas al tendido ferroviario, lo que provocó que se vivieran momentos de pánico en algunos convoyes. La compañía, que ofreció un plan de transporte alternativo por carretera entre Zamora y Sanabria, lamentó las molestias ocasionadas por esta situación y aseguró que los viajeros no corrieron riesgo.
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