El alumnado con necesidades especiales se eleva un 68% en diez años

¿De qué tipo de estudiantes estamos hablando? Este grupo se divide entre el alumnado NEE (Necesidades Educativas Especiales), pequeños que sufren algún tipo de diversidad física o intelectual, y el denominado NEAE (Necesidades Específicas de Apoyo Educativo), que se corresponde con quienes presentan dificultades en el ámbito de la comunicación y el lenguaje, y que pueden requerir determinados apoyos para su escolarización. Se trata de los alumnos con trastornos de atención, hiperactividad o con altas capacidades.

Durante el diagnóstico del sistema escolar Bildarratz se congratuló del «gran avance realizado en la detección y el diagnóstico de estos casos». Además de la labor que se hace con los críos en la atención temprana, que permite a padres y madres presentar el correspondiente diagnóstico a la hora de matricularlos, los 96 berritzegunes repartidos por el territorio realizan una «evaluación psicopedagógica continua» del alumnado para identificar necesidades especiales.

Según detalló Bildarratz durante su comparecencia, la detección de casos permite movilizar los recursos materiales y humanos necesarios. Entre ellos, pedagogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, expertos en necesidades auditivas y visuales y transcriptores. En los últimos tres cursos han aparecido una media de 80 casos en las aulas de dos años.