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El 'Aita Mari' rescata a 78 personas que iban a la deriva en una patera
El barco guipuzcoano aguardaba el permiso de Malta para el desembarco de los migrantes procedentes de Libia cuando iniciaron la búsqueda de otro bote con 94 naúfragos
amaia chico
Jueves, 21 de noviembre 2019
Salvar vidas. Esa ha sido siempre la misión del 'Aita Mari', el pesquero guipuzcoano reconvertido en barco de rescate. Y este jueves ha conseguido salvar a 78 personas, entre ellas una mujer embarazada y varios menores, que se habían arriesgado a cruzar el Mediterráneo desde Libia para llegar a Europa, y que ahora descansan seguros en la embarcación de Salvamento Marítimo Humanitario a la espera de que las autoridades maltesas, en cuyas aguas navegan, les den permiso para desembarcar en puerto. Pero aún hay más porque esta noche buscaban una segunda patera con 94 personas a bordo.
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A través de su cuenta en la red social Twitter, la ONG ha explicado que el 'Aita Mari ha llegado ya a las coordenadas donde debería haber una segunda patera. «Con viento y olas empezamos a buscarla», destacan en las redes sociales. Una vez han llegado a la zona señalada, la marina maltesa ya les había auxiliado, han señalado.
En un mensaje anterior, la ONG explicaba que «esperamos instrucciones para coordinarnos con las autoridades». En este sentido, recordaba que el capitán del 'Aita Mari' tiene el derecho a navegar la menor distancia posible, «en cumplimiento de la legislación internacional», y recalcaba que, según la propia portavoz de la Comisión Europea, Mina Andreeva, Libia no es un lugar seguro.
Primer rescate
Fue una de las voluntarias médicas la que por la mañana, después de cuatro días navegando por la zona SAR maltesa, divisó «a pocas millas al sur» una embarcación de goma a la deriva. «Estaban sin motor, y con algo de agua dentro», explica por teléfono desde el 'Aita Mari' el presidente de la ONG, Iñigo Mijangos, satisfecho por este «primer rescate», y por haber podido cumplir con el objetivo para el que se transformó la embarcación. «Nos dirigimos hasta allí, sacamos la lancha de rescate», les subieron a bordo y avisaron a las autoridades maltesas, «de las que aún no tenemos respuesta», advertía cuando ya era noche cerrada en alta mar.
«Habían salido de la costa libia y llevaban entre 20 y 25 horas en el agua», explica Mijangos, que junto al resto de la tripulación que conforma el 'Aita Mari' les dieron mantas, botellines de agua, té y barritas energéticas mientras se repartían por la cubierta en la popa del barco. «Ahora están descansando, venían agotados, asustados y aturdidos», relata el voluntario guipuzcoano, que asegura que están preparados para atenderles, aunque esperan que las autoridades maltesas no demoren en exceso la autorización para que puedan desembarcar. «No nos estamos planteando que la asignación de un puerto se retrase mucho», dice, aunque no tiene datos para saber cómo actuará el Gobierno de la isla mediterránea, hacia la que se dirigen lentamente a la espera de noticias.
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«A última hora de la tarde ha venido una patrulla libia, nos ha pedido información sobre el rescate y nos ha ordenado que abandonásemos la zona y nos dirigiéramos al Norte». Hacia allí ibanen la noche de este jueves.
Mientras, las personas rescatadas, la mayoría hombres, pero también siete mujeres –una de ellas embarazada– y varios menores de edad, descansaban a la espera de alcanzar por fin su destino en tierra firme. «Nosotros entendemos que hay que hacer esta asistencia en el mar y que cumplimos con toda la legislación», defiende el presidente de SMH, ya que el 'Aita Mari' carece del permiso expreso del Gobierno español para realizar labores de rescate, aunque cualquier barco que en su ruta de navegación encuentre a la deriva y en peligro un bote tiene la obligación de salvarlo.
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400 rescatados
A eso se aferran tanto el pesquero vasco como los otros barcos de rescate que están operando en la zona – el 'Open Arms' y el 'Ocean Viking'–, para mantener sus misiones humanitarias y salvar de morir ahogadas a miles de personas. «Estos días –explica Mijangos– ha habido una ventana de buen tiempo, y están cruzando muchas pateras que llevaban días esperando en las costas libias» a que cesara el temporal y completar así su viaje en busca de una vida digna en Europa. Y por eso, también los otros dos equipos de rescate han auxiliado en las últimas horas a cientos de migrantes que cruzaban el Mediterráneo central. Casi 400 en apenas dos días entre las tres naves humanitarias.
El 'Aita Mari' –que ya ha recibido la felicitación del lehendakari, Iñigo Urkullu, por su labor–, lleva apenas cinco días en la zona autorizada de rescate maltesa tras su viaje a la isla griega de Lesbos para entregar allí mantas, ropa y calzado de invierno entre los refugiados. Esa fue la única autorización que le dio el Ejecutivo español para permitirle zarpar del puerto de Pasaia.
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En breve, con la llegada del invierno, el barco de SMH tiene previsto finalizar esta misión para realizar labores de mantenimiento y poder reanudar en enero el salvamento de estas personas migrantes que se juegan la vida en el Mediterráneo. De momento, tienen que concluir con éxito esta primera misión de rescate.
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