Urkullu ya planteó la «convención constitucional» a Sánchez en 2018, un concepto que siguió al de «nación foral»

El líder del PSOE acababa de ser nombrado presidente tras la moción de censura contra Mariano Rajoy y puso en marcha la protocolaria ronda con los presidentes autonómicos. En su encuentro, Urkullu le explicó que la idea de la «convención constitucional» tenía que servir para reinterpretar la Carta Magna y devolverla al «espíritu originario» con que se pactó en la Transición, dentro de un «constitucionalismo útil» que ayude al encaje de Euskadi en el Estado. En el caso vasco, eso se traduciría en una «mejora y profundización» del autogobierno sobre la base de los derechos históricos que ampara la propia Constitución.

Nación foral

La idea sobre la que trabaja Urkullu –independientemente del nombre que le ponga– es reforzar el autogobierno mediante un modelo «bilateral» aprovechando la Disposición Adicional Primera de la Constitución que ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales. Sobre esa base también expuso en septiembre de 2015 el concepto de «nación foral». para «recuperar el espíritu del pacto, el mutuo reconocimiento y la bilateralidad», siempre con respeto a la «pluralidad» vasca y con la «negociación permanente» como motor del cambio.

Concierto político

La «nación foral», en todo caso, no fue la primera idea que Urkullu ha planteado como vía para encajar de forma adecuada la «singularidad» vasca en el conjunto de España. En octubre de 2008, cuando apenas llevaba unos meses como presidente del Euzkadi buru batzar y aún le quedaban cuatro para ser llegar a Ajuria Enea acuñó el «Concierto político».Trasladar los fundamentos del Concierto Ecónomico –un acuerdo bilateral entre Euskadi y el Estado– a las relaciones institucionales. Supondría, afirmó en ese momento, la instauración de un sistema de «garantías recíprocas» que, sin alterar el modelo territorial o poner en solfa la soberanía nacional española, diese cauce a las aspiraciones nacionalistas. En palabras del líder peneuvista, «un pase foral en positivo», la fórmula que facultaba a no cumplir órdenes de los órganos superiores que atentaran contra los fueros.

Soberanía anterior a 1839

Fue en el pleno de política general de 2021 cuando habló de «recuperar la soberanía anterior a 1839». También apostaba por explorar la vía de los Derechos Históricos recogidos en la Constitución y recuperar ahora una «bilateralidad efectiva». En 1839 fue cuando terminó la Primera Guerra Carlista y los fueros quedaron supeditados a la Carta Magna.