El PSE apuesta por «liderar» Euskadi lejos de «ensoñaciones independentistas»

«No vamos a perder el tiempo en debates que no llevan a ninguna parte», ha zanjado, tras recordar que la «prioridad» del PSE no es «un nuevo modelo de Estado o un nuevo modelo de autogobierno», sino aprovechar al máximo las competencias que «nos brinda el Estatuto». «Si se plantea ese debate, el PSE estará dispuesto a participar en él, pero para nosotros no es la máxima prioridad en estos momentos», ha insistido, tras avanzar que en una eventual reforma estatutaria el PSE incidirá en «incorporar todos los derechos conquistados» desde 1979 y en la «cohesión territorial».

Tras ganar las elecciones generales en Euskadi el 23-J impulsados por el voto útil a Sánchez, los socialistas vascos han hecho la lectura de que la mejor manera de estirar ese chicle hasta las autonómicas es buscar su hueco al margen de la agenda del PNV y de EH Bildu para sacar la cabeza al margen de la pelea entre las dos siglas abertzales. De ahí que hoy Andueza se haya mostrado desdeñoso con las propuestas que se han escuchado en ese sentido en las últimas semanas, incluido el «método» sugerido por el lehendakari, de cuyo Ejecutivo forman parte, para impulsar una «convención constitucional» que permita reinterpretar la Carta Magna sin necesidad de reformarla. Aunque desde Moncloa se consideró «legítima» la iniciativa aunque no sea la del PSOE, el líder del PSE, más tajante, rechazó «gastar energías» en «buscar un término actualizado para rodear la Constitución», una pretensión que no sería sino un atajo para configurar un «Estado confederal inédito».

También aprovechó Andueza el 25 aniversario del Pacto de Lizarra que se cumple hoy para mostrar su sorpresa por las alabanzas que ese acuerdo. «uno de los capítulos más nefastos de la historia de Euskadi», ha merecido de alguno de los firmantes que permanecen activos en política, como, sobre todo Arnaldo Otegi y Joseba Egibar. «Euskadi no tiene ninguna necesidad de regresar al Pacto de Lizarra», ha enfatizado Andueza, convencido de que la «exclusión» de los no nacionalistas que supuso aquel acuerdo marcó en realidad «el principio del fin del independentismo», que está hoy en «mínimos históricos» en Euskadi. Incluso, el aplauso de Otegi al remero de Urdaibai que brindó la victoria a los presos de ETA y al asesino de Inaxio Uria le sirvió a Andueza para descartar la posibilidad de conformar futuros gobiernos en Euskadi con una sigla que, en cuestiones éticas, sigue en la «casilla de salida».

Mucho menos explícito se ha mostrado al pronunciarse sobre las exigencias de Carles Puigdemont para dar luz verde a la investidura de Sánchez, esencialmente la Ley de Amnistía. Los socialistas vascos no son ajenos, ni mucho menos, a la convicción que va calando en el PSOE y en Sumar sobre las dificultades y las implicaciones de tramitar una norma de ese calibre por la vía exprés y en lectura única antes de la investidura. No obstante, preguntado por esa posibilidad, Andueza ha preferido no entrar en detalles y se ha limitado a expresar el apoyo cerrado del PSE a Moncloa y Ferraz, pese a voces críticas como las de Jesús Eguiguren y Odón Elorza, y a enviar un mensaje de «tranquilidad» y de «plena confianza» en que cualquier paso que se dé estará «dentro del marco legal vigente». Una vez fracase, ha dicho, la «investidura 'fake'» de Alberto Núñez Feijóo se abrirá el tiempo de la negociación con «certezas» que por ahora «no existen».