«Es una prioridad transmitir a las nuevas generaciones una memoria crítica»

- ¿Es consciente de los rumores que apuntaban a su posible relevo al frente de Gogora?

- Nunca he tenido esa preocupación. Llegaba un nuevo viceconsejero y había que dejarle tiempo para que se incorporara al trabajo y decidiera el equipo que quería. Ha sido un proceso normal.

- ¿Conocía a José Antonio Rodríguez Ranz, el nuevo viceconsejero de Derechos Humanos?

- Desde hace casi veinte años, cuando me incorporé a la política. Él era jefe de gabinete con José Juan González de Txabarri en las Juntas Generales de Gipuzkoa y yo parlamentaria. Ya entonces tuvimos muy buena relación y la hemos mantenido. En 2018 una de las personas clave para que se desarrollara la experiencia de diálogo entre víctimas, sociedad y alumnos fue precisamente él. Es una persona que siempre ha tenido un compromiso muy sólido con los derechos humanos.

- El Día de la Memoria pondrá el acento de nuevo en los jóvenes. ¿Qué le parece que seis de cada diez no sepan lo que le ocurrió a Miguel Ángel Blanco?

- Son cifras a nivel del Estado, pienso que no serían las mismas en Euskadi. Existe desconocimiento, pero no creo que sea tanto. En la lógica habitual de las sociedades que viven hechos traumáticos y violentos como en nuestro caso por el terrorismo suele ser normal que se quiera dejar de hablar de ello. Lo hemos vivido con intensidad con el franquismo y la Transición. Pero si algo hemos acordado en el Parlamento vasco con la creación de Gogora es que eso no puede ser, tenemos que ir hacia una convivencia conciliada con memoria. Es un reto de país. Para nosotros va a ser una prioridad la transmisión de una memoria crítica a las nuevas generaciones. Siendo conscientes de que no es un proceso fácil.

- ¿Qué falla?

- La sociedad tiene esa tendencia a pasar página, sobre todo cuando no se ha sufrido directamente. No podemos dejar descansar este tema en ámbitos privados. Hay un deber institucional y vamos a intensificar ese trabajo.

- Solo un 12% de los institutos vascos, unos sesenta, se han sumado al programa de víctimas en las aulas, 'Adi-adian'...

- Cuando yo me incorporé al Gobierno fue para desarrollar precisamente ese programa. Fui centro por centro, hablé con la gente, discutí en los centros. Con paciencia, estas cosas hay que trabajarlas... Lo que no hay que hacer es parar. Se han creado espacios de confianza que han ido a más, pero también hay que tener en cuenta que son testimonios directos y que no se llega a todo. Cuando llevábamos, por ejemplo, la muestra Plaza de la Memoria a un municipio, avisábamos a los centros de alrededor y nos hemos dado cuenta de que así llegábamos a muchos más de los que se sumaban a 'Adi-adian'. Han ido 107 en tres años.

- ¿Lo que cuesta es que vayan las víctimas a las aulas?

- Cuesta más. Las víctimas van de forma voluntaria y existe un desgaste emocional muy grande. Ha estado bien para empezar, pero ahora tenemos todos los testimonios grabados y habrá que ir buscando otras fórmulas, sin quitar lo que existe, para que esta materia llegue de forma más generalizada a todos los centros. Para eso se hizo también la unidad didáctica 'Herenegun!', aunque ahora con la pandemia se ha parado todo. Para mí una de las mayores funciones de Gogora es transmitir lo que ha ocurrido en este país y hacerlo de manera no neutral. Un profesor tiene que decir que estuvo mal matar. Pero para eso hay que trabajar, llevamos cuarenta años de silencio y queda mucho por hacer.

- Al acto del Día de la Memoria en Gogora no acudirá el PP.

- Sobre lo que otros decidan, mantengo distancia y respeto. Ellos tendrán que decir por qué no van.

- ¿Es un anticipo de la postura a la que tendrá que enfrentarse en la Ponencia de Memoria que hereda del Parlamento vasco?

- He revisado el suelo ético de 2012, decir que ninguna causa política está por encima de la dignidad humana y que nuestro compromiso democrático es con la pluralidad del país y el diálogo... Si no podemos llegar a eso, quien tendrá que explicarlo es quien no lo suscriba. No vamos a poder avanzar si no tenemos una mirada crítica hacia lo ocurrido. Y eso más pronto que tarde tiene que llegar. Lo demás es tratar de seguir adelante desde la amnesia, y eso no puede ser.

- Los estatutos de Gogora se modificaron en 2016 para que todos los grupos con representación parlamentaria tuvieran un asiento en su consejo de dirección. ¿Qué ocurrirá ahora con Vox?

- Eso lo decidirá el Parlamento. Ellos decidirán si Vox tiene grupo propio o lo consideran como tal, en función a su reglamento.

- Usted, a diferencia del lehendakari, ¿ha leído 'Patria'?

- Lo leí hace tiempo. Me parece una iniciativa más desde el ámbito privado que puede aportar en la memoria. Con algunas cosas puedo sentir que refleja la sociedad vasca y con otras, no. Pero ni es la primera obra que aborda esta cuestión ni será la última.

- ¿Cómo vivió la polémica por las palabras del expárroco de Lemoa?

- Tenemos que censurar cualquier declaración, venga de donde venga, que no empatice con las personas que han sufrido y justifique hechos injustificables.

- Otro proyecto será el impulso a la Ley de Memoria Histórica, cuyo borrador el Gobierno presentó en septiembre.

- Me gustaría que se apruebe por unanimidad. Debe ser un elemento de cohesión, de cerrar un ciclo. Hay más de dos mil familias en búsqueda activa de un allegado. Y lo que no tiene un pase, por ejemplo, es que ochenta años después no tengamos los nombres y apellidos de todas las personas que murieron en la Guerra Civil. Nosotros tenemos ya una base de datos de 21.000 casos, seguro que faltarán más. Nuestra idea es publicarlos en la web para que sea una base viva. A nivel estatal se quiere hacer, y nos están mirando.

- ¿Cuál es su relación con el Gobierno central?

- Tenemos muy buena relación con la Secretaría de Estado para la Memoria Histórica, en la que ahora están Paco Etxebarria y Paco Ferrándiz, dos personas que han trabajo con nosotros. La sintonía es total.

- El borrador contempla multas de hasta 150.000 euros para quienes celebren homenajes que supongan una exaltación del franquismo y el uso de expresiones vejatorias para las víctimas. ¿Habría que modificar la ley de Víctimas del Terrorismo para incluir ese mismo apartado teniendo en cuenta los 'ongi etorris'?

- Reconozco que yo soy más de otro tipo de políticas, de hacer pedagogía y convencer a la gente. No hay que hacer actos de enaltecimiento de terrorismo porque te espere una multa, sino porque no hay que hacerlos. Dicho esto, es algo que correspondería al Parlamento vasco.