El Gobierno central da luz verde al traspaso del servicio ferroviario de Cercanías a Euskadi
El Ministerio de Política Territorial envía a Lakua una última propuesta mejorada que permitiría convocar ya la Comisión Mixta de Transferencias
Si había una semana propicia para que se culminara era ésta. El Gobierno central ha abierto de par en par la ventanilla de peticiones de ... cara a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y Euskadi, como ya es rutina, no se irá con las manos vacías en una negociación que no ha hecho más que comenzar. El primer fruto, según ha podido saber EL CORREO de fuentes de toda solvencia, será la transferencia del servicio ferroviario de Cercanías, la 'joya de la corona' del listado de transferencias del Estatuto que aún quedan por transferir -con el permiso, claro, de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social-.
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El Gobierno central, a través del Ministerio de Política Territorial liderado por Isabel Rodríguez, ya ha dado luz verde al más alto nivel para culminar el traslado de Cercanías -gestionado por Renfe y que une Bilbao con Santurtzi, Muskiz y Orduña- al Gabinete liderado por Iñigo Urkullu. Lo ha hecho, según las fuentes consultadas, a través del envío de una última propuesta mejorada que incluye gran parte de las peticiones vascas y serviría de base para convocar de manera inmediata la Comisión Mixta de Transferencias una vez que el Gobierno vasco, representado por la consejera Olatz Garamendi, dé el plácet definitivo a un documento que se ha ido 'cocinando' a fuego lento en los muchos encuentros técnicos celebrados en los últimos meses.
Sin embargo, no ha sido hasta este semana cuando se ha producido el acelerón definitivo. El martes, este periódico desvelaba que la transferencia podría ser cuestión de «días». Dicho y hecho. ¿Bastará esto para calmar al PNV? El viernes, a las 14 horas, expira el plazo para la presentación de las enmiendas a la totalidad al proyecto de Presupuestos. Unas Cuentas clave para Sánchez por todo el arsenal económico-social que lleva implícito para sortear las consecuencias de la guerra en un 2023 cada vez más complejo por la grave crisis energética. Un 2023, no hay que olvidarlo, en el que el propio Sánchez se juega su ser o no ser en las elecciones autonómicas y municipales de mayo, primero, y en las generales de final de año, después.
El PNV negocia contrarreloj para no presentar mañana una enmienda a la totalidad a los Presupuestos de 2023
Si hay algún socio en el que confía el Gobierno y el PSOE es el PNV y no dudan de que al final, por mucho que aprieten, volverán a darles un voto de confianza. Eso sí, ni será gratis ni se logrará con la luz verde al traspaso de Cercanías. Porque como se encargan en recordar día sí y día también los de Andoni Ortuzar, «no se puede pagar dos veces por una misma cosa» porque el 'pack' de las transferencias ya está acordado. Sin embargo, todo ayuda, por mucho que en público intenten torcer el morro. Además, fue el propio lehendakari quien venía pidiendo un «gesto» de cara a la celebración, el próximo martes 25, del 43 aniversario del Estatuto de Gernika.
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Renfe, hasta 2028
Si el Gobierno vasco viene lamentándose de forma constante por el reiterado incumplimiento de los plazos acordados, desde el otro lado de la mesa, el relato es bien distinto. Por un lado, esgrimen que «ningún Gobierno ha hecho tanto por culminar el Estatuto» y, por el otro, matizan que hay que ser conscientes de que lo jurídico y lo político transitan por vías de una velocidad desigual. Los recursos judiciales, sobre todo con el sello de Vox (al superar los 50 escaños en el Congreso tiene vía libre para judicializar muchos asuntos), son una amenaza que siempre ha pesado sobre las negociaciones, sobre todo para el Gobierno central. En el vasco, hablan de «excusas».
¿Qué supondrá el traspaso de Cercanías a manos del Gobierno vasco? Por partes. Seguirá siendo operado por Renfe «hasta el inicio de 2028», debido a los contratos vigentes. Sucedió igual con la transferencia de la autopista AP-1, donde las diputaciones tuvieron que asumir los contratos con la concesionaria. Dicho de otro modo, que la presencia de vagones de Euskotren en la playa de vías de Abando, centro neurálgico de Cercanías, no será ni mucho menos «automática».
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Lo que asumirá el Gobierno vasco es la gestión del servicio (frecuencias, sanciones, tarifas...), no la titularidad de la infraestructura, que seguirá ostentando el Estado. En Bizkaia, se trata de las líneas C-1 (Santurtzi), C-2 (Muskiz), C-3 (Llodio, Orduña) y también se habla de la C-4, la Bilbao-Balmaseda. La opera Feve y discurre por otras cuatro comunidades además de Euskadi. Aquí es, precisamente, donde recae uno de los principales escollos legales. En Gipuzkoa, por su parte, afecta a la línea C-1 entre Irún y Brinkola.
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