Euskadi asume la «histórica» gestión de las prisiones para «reforzar el autogobierno»
La llegada a manos vascas de los centros de Basauri, Zaballa y Martutene cierra una de las transferencias pendientes del Estatuto más importantes
david guadilla
Viernes, 1 de octubre 2021, 09:33
El Gobierno vasco asumió este viernes de forma oficial la gestión de las tres cárceles ubicadas en Euskadi. Los centros de Basauri, Zaballa y Martutene ... pasan a manos del Ejecutivo autonómico con el objetivo de «reforzar el autogobierno» e implantar un nuevo modelo penitenciario centrado en la resocialización de los internos. «Es un día histórico», aseguró Beatriz Artolazabal.
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La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, de la que dependerá la gestión de los tres centros, fue la encargada de dirigir el acto simbólico de toma de posesión. Se desplazó hasta Basauri, se reunió con las direcciones de los tres centros -que fueron ratificadas en sus puestos- e inauguró la placa que demuestra la titularidad del Gobierno vasco tras retirar la que ponía Ministerio del Interior.
A partir de ahora, de la administración vasca dependerán en torno a 600 trabajadores, cuyas condiciones laborales todavía se están negociando a pesar del principio de acuerdo con Acaip-UGT, el sindicato mayoritario. Pero el Gobierno vasco también tendrá que responder de una población reclusa que a día de este viernes era de 1.387 personas, la mitad de ellas ubicadas en Zaballa.
La transferencia, además, tiene un importante componente emblemático. De todas las materias incluidas en el Estatuto de Gernika pendientes de llegar a Euskadi, Prisiones era, junto la gestión de la Seguridad Social, la de mayor calado. El acuerdo, tras décadas de bloqueo, se cerró en mayo en una reunión en la que estuvieron presentes los consejeros Josu Erkoreka y Olatz Garamendi y el entonces ministro de Política Territorial, Miquel Iceta. Aquel día se recalcó la trascendencia económica que también tenía el acuerdo. El traspaso se valoró en más de mil millones de euros. Cada año Euskadi retendrá cerca de 70 millones que se descontarán del Cupo.
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La 'fumata blanca' se ha producido porque, en realidad, el contexto es el adecuado. El miedo de los diferentes gobiernos centrales a materializar el traspaso mientras estuviese activa ETA, con momentos en los que llegó a haber 800 presos de la banda, y el también escaso interés de Ajuria Enea en asumir una competencia problemática hizo que la transferencia quedase aparcada en un cajón. Pero el fin del terrorismo y un nuevo escenario político convirtieron la llegada de las Prisiones en objeto de deseo.
De hecho, tanto Artolazabal en el acto en Basauri como Iñigo Urkullu en el Parlamento se esforzaron en destacar la trascendencia del traspaso. «Hoy en un día histórico al hacerse realidad, cuarenta años después, una muy significativa competencia del Estatuto de Gernika», afirmó la consejera.
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«Es un día señalado. Hace 85 años se aprobó el primer Estatuto de Euskadi y hoy lo celebramos, precisamente con un nuevo paso para reforzar nuestro autogobierno», apuntó el lehendakari en la tribuna de la Cámara de Vitoria en respuesta a una pregunta planteada por Elkarrekin Podemos-IU.
A corto plazo, poco impacto
¿En qué se traducirá que Euskadi asuma la gestión de las prisiones? A corto plazo en muy poco. La propia Artolazabal reconoció que el de este viernes era un día más en la vida de los internos. El objetivo del Gobierno vasco es más a medio y largo plazo. El objetivo es mejorar la reinserción y la resocialización de los internos. El jueves, el Parlamento vasco dio luz verde a Aukerak, la agencia que pretende ayudar a los presos a reincorporarse a la vida civil y facilitar su reincorporación al mercado laboral.
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Artolazabal apuntó que los ejes serán la perspectiva de género, la atención a las víctimas y la defensa de los derechos humanos. Y en una demostración de por dónde irá la estrategia del Gobierno vasco entregó a los directores de los tres centros el manual de régimen interior y seguridad. «Tratamos de evitar una actitud defensiva en la aplicación de medidas de seguridad, apostando por medidas de carácter terapéutico y educativo», explicó Artolazabal, a cuyo lado, entre otros, estaba el juez Jaime Tapia, fichado por el Gobierno vasco para implementar las iniciativas que vaya diseñando.
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