«Hay que decir la verdad, el impacto económico de la guerra será mayor que el de la pandemia»

- ¿Se sintió aludido cuando Podemos cargó contra los «partidos de la guerra»?

- Lo que es necesario es que haya una unidad de acción. Y, desgraciadamente, frente a una agresión no se puede poner la otra mejilla, lo que es indigno es pedir la rendición. Debemos ayudarles con todos los medios.

- ¿Ve leal la actitud de Unidas Podemos?

- Todos debemos analizar nuestras palabras, pero en cuestiones fundamentales que tienen que ver con los derechos humanos no debe haber equidistancia.

- ¿No se tensiona demasiado el Gobierno?

- En una coalición siempre hay situaciones complicadas, pero hay que tener clara la estrategia. Puede haber discrepancias, pero no en lo que se refiere a la defensa de la paz. Este país estaba saliendo de la pandemia y el impacto de la guerra va a ser muy duro. No podemos distraernos ni un minuto.

- ¿Es favorable, como el lehendakari, a poner en marcha pactos de Estado?

- Por supuesto. Hace tiempo que soy partidario de unos pactos autonómicos.

- ¿Pero hay mimbres para hacerlos?

- Debe haber buena voluntad por todas las partes y desde luego un cambio de actitud por parte del primer partido de la oposición. La exigencia del ciudadano va más allá de un cortoplacismo electoral. A los ciudadanos hay que decirles la verdad.

- ¿Pero el que no haya pactos de Estado es solo culpa del PP?

- Siempre se debe hacer autocrítica, pero la evidencia es indiscutible: ha sido el PP el que no ha querido llegar a ningún acuerdo.

- ¿Y lo hará Núñez Feijóo?

- Hay que esperar. Me parece bien que el nuevo dirigente haya dicho que abandona la política del insulto. Que no te insulten siempre está bien, es de agradecer, pero espero más.

- Hablaba antes de que a los ciudadanos hay que decirles la verdad. ¿Y cuál es?

- Pensábamos que íbamos a iniciar la recuperación, teníamos datos esperanzadores de empleo... y ahora nos vuelve a surgir la alarma de una situación no esperada que va a tener consecuencias posiblemente peores en términos económicos que las de la pandemia.

- Se habían puesto muchas esperanzas en los fondos europeos, pero da la sensación de que las previsiones no sirven para nada.

- Habrá que ver qué decisiones se adoptan en Europa, pero ahora mismo la cuestión energética es la más importante. Las subidas exponenciales que se están produciendo son insoportables para las familias y las empresas. Sobre todo para comunidades como Euskadi y la nuestra, con un peso industrial. Por eso hay que cooperar.

- Entre esos posibles acuerdos siempre surge la financiación autonómica.

- Es una urgencia. Lo que no puede ser es que en el sistema ordinario de financiación haya una diferencia de 30 puntos.

- ¿Y aquí también hay margen para el acuerdo? Ya parecía complicado antes de la guerra, ahora...

- Lo que no se puede es consolidar una situación de desigualdad con algunas comunidades que salen beneficiadas.

- ¿Se refiere a Madrid?

- Hace tiempo que digo que hay una competencia fiscal desleal. El efecto capitalidad está ahí, sólo digo que se estudie. Y hay que tener muy claro que España no es sólo Madrid. Hay que tender a una cierta armonización.

- ¿Y en que lugar queda el Concierto Económico vasco? Porque usted ha pedido en más de una ocasión que las comunidades forales aporten más.

- Una cuestión es el Concierto y otra es el Cupo. Y hay que ver cuál es la aportación justa del País Vasco al conjunto del Estado. Y eso hay que garantizarlo desde la transparencia. Nunca he estado en contra del Concierto, pero tiene que haber una cierta transparencia. El Concierto está en la Constitución, y si la defendemos, la defendemos en su integridad.

- ¿Sirve para algo la cogobernanza?

- Yo creo mucho mas en las 'españas' que en España. La cogobernanza con todas las insuficiencias es positiva y la visión de la España plural es fundamental.