Vista de la parte vieja de Varsovia. Adobe Stock

Planes desde Loiu

Varsovia, la ciudad donde los polos opuestos se atraen

Elegida Mejor Destino Europeo 2023, por delante de Atenas, Viena o Londres, descubrimos por qué no perderse la capital de Polonia, a la que se puede volar desde Bilbao los lunes y viernes

Miércoles, 12 de julio 2023

Contraste es la palabra que define a Varsovia, la primera que cruza por tu mente cuando llegas y la última que permanece al marchar. Entre ... lo antiguo y lo nuevo. Los resquicios del invasivo comunismo y la actual colonización capitalista. Los excesos de la guerra y la siempre poco excesiva paz. Se intuye incluso en el aspecto de las generaciones, la de antes parece querer pasar desapercibida, la nueva pinta su pelo de azul y de rosa, señal de que algo ha cambiado en una ciudad asolada primero por la Segunda Guerra Mundial, consumida después por enormes colas que esa generación sin tinte en el cabello padeció, filas para recoger patatas, hileras para llevar leche a casa... Contraste. Polarización. Oposición.

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Los opuestos atraen, quizá por eso la capital de Polonia guste tanto. Sorprende la perfecta cuadrícula de sus amplias avenidas, diseñadas para el paso de tanques rusos. Los tremendos edificios de la era soviética, moles inabarcables que atraen a quienes llegamos del otro lado del desaparecido telón de acero. Sobre todo comparados con la reposada belleza del casco antiguo, sus coloridas casas de cuento y las serpenteantes callejas (contraste). Choca el bullicio y las risas en los cafés, la vitalidad de la urbe frente al silencio de tumbas y monumentos levantados para recordar a los millones de muertos (polarización). El transitar de tranvías amarillos y rojos sobre suelo gris. La escasez que precedió a las ganas de comerse el mundo (oposición). Tanta mezcla enamora.

DATOS PRÁCTICOS

  • Información https://warsawtour.pl/es/

  • Documento de viaje DNI

  • Seguro médico Válida la Tarjeta Sanitaria Europea

  • Huso horario El mismo de España.

  • Moneda El zlotys es la moneda oficial, aunque en la mayoría de establecimientos aceptan tarjeta de crédito. Puedes cambiar en las oficinas Kantor.

  • Vuelos https://wizzair.com/es-es#/ (directo desde Bilbao, hasta octubre)

Warszawa, como la llaman sus habitantes, es de todo menos lineal y aburrida. Explicar en unas líneas la enormidad de sensaciones que produce resulta complicado, aunque lo intentaremos. Contar al completo sus bondades, francamente imposible. Nos centramos en diez propuestas, más que suficientes para un primer acercamiento a esta tierra bañada por un mar de historia tan profundo que casi la ahoga.

  1. ROTUNDIDAD

    Palacio de la Cultura y la Ciencia

Una de las imágenes más típicas de Varsovia, con el Palacio de la Cultura y la Ciencia como protagonista junto a rascacielos como el Złota 44. Iratxe López

Faro guía, su torre del reloj se distingue desde muchos puntos. En la terraza (planta 30), a 114 metros de altura, impresiona la panorámica... ¡y la fuerza del viento! Parece que Stalin tenía el capricho de construir un edificio similar en cada capital de los territorios dominados, pero no salió bien. Erigido como supuesta 'ofrenda del pueblo soviético a los polacos', su estructura grita en realidad 'dominación'. Ironías del destino, los muros que acogían las sesiones del Partido Obrero Unificado Polaco albergan teatros, un cine, museos, cafés de moda y la Oficina de Turismo. Desde la tribuna de la entrada presidían los secretarios del Comité Central del POUP las marchas del 1 de mayo; ahora flanquean al coloso inmuebles con letreros de Coca-Cola y McDonalds, modernos rascacielos como el Złota 44, edificio residencial más alto de la UE, diseñado por el arquitecto estadounidense de origen judeo-polaco Daniel Libeskind.

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  1. NOSTALGIA

    La Ciudad Vieja

La plaza de la Ciudad Vieja, con la Columna Zygmunt. Iratxe López

Tras la guerra solo quedó de Varsovia su esqueleto, pero la piel se ha regenerado en el casco antiguo. El trabajo de reconstrucción, basado en cuadros del pintor Canaletto, ha sido tan detallista que la UNESCO declaró la Ciudad Vieja Patrimonio de la Humanidad. Algunas de esas pinturas lucen colgadas en el Castillo Real, edificio donde promulgaron la Constitución del 3 de mayo de 1791, primera carta magna de Europa y segunda del mundo. Callejea sin prisa. En la plaza se levanta el monumento más alto de la urbe, la Columna Zygmunt (22 m.), llegarás a ella atravesando la Ruta Real. Aprovecha para comprar en el Café A. Blikle uno de los dulces típicos, el pączki, lo elaboran desde 1869. Dicen que es el padre del donut, solo que este rellena hasta la coronilla.

  1. CANDIDEZ

    Una sirenita peleona

Varios niños juegan junto a la estatua de La sirenita en la Plaza del Mercado. Iratxe López

Adquirió varias formas. Antaño era retratada como un ser humano alado o una especie de dragón… hasta que en el siglo XVIII decidieron su actual imagen de doncella con cola de pez. Olvida la asociación con la cantarina Ariel del mundo Disney. Esta sirena porta escudo y espada, está dispuesta a defender la ciudad de quienes pretendan agredirla, por eso se ha ganado un sitio en su escudo y en la magnífica Plaza del Mercado. Cuántas sirenas hay en Varsovia es algo que no han calculado. Aparecen en fachadas, escudos de armas, rosas de viento, farolas, vidrieras, letreros, autobuses... La más famosa es esta estatua. Cuenta la leyenda que un mercader la apresó, que el hijo menor de un pescador se apiadó de su llanto y acabó liberándola. En agradecimiento, ella prometería eterna defensa.

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  1. ADORACIÓN

    Selfi con Chopin

Público durante uno de los conciertos gratuitos dedicados a Chopin en el Parque Real de Lazienki. Iratxe López

Fue uno de los habitantes más ilustres, por eso, y por su música, los actuales vecinos lo adoran. Varsovia es el único lugar del mundo en el que al sentarte en un banco suenan sus composiciones. Tal cual. Además, hay una ruta para conocer lugares que formaron parte de su vida: el museo dedicado a Fryderyk, con el piano Pleyel que tocaba los últimos años; la iglesia de la Santa Cruz, depositaria de su corazón (lo llevaron a escondidas desde Francia); el Palacio Zamoyski, por una de cuyas ventanas soldados rusos lanzaron a la calle otro de sus pianos… Te has quedado en lo del selfi, ya. Podrás hacerte uno con su figura virtual en el Jardín Sajón, el Museo Fryderyk Chopin o el Parque Real de Lazienki. Y amante o no de la música clásica, sería pecado no asistir a los conciertos ofrecidos gratis hasta el 21 de septiembre. Cada domingo, a las 12:00 y a las 16:00 horas, el público colma bancos, césped y accesos alrededor del monumento a Chopin, en el Parque Real de Lazienki. Niños y mayores escuchan con avaricia, mientras, desde una enorme estatua, el compositor se protege del sol bajo un sauce llorón que, mecido por el viento, inclina sus ramas con forma de dedos, dispuestos a acariciar las teclas.

  1. SORPRESA

    Arte por todas partes

Una de las muchas fachadas decoradas que esperan en la Ciudad Vieja. Iratxe López

Planteamos otro reto: descubrir las imágenes que decoran las fachadas de edificios en la Ciudad Vieja. Las escenas se suceden, distraen a los buenos observadores. Ganarás el notable si al menos encuentras: músicos, rostros, mujeres con pájaros en la mano, parejas sobre las que Cupido lanza sus flechas, fuentes de alimentos acosadas por palomas, jabalíes, osos, carruajes, figuras geométricas, un basilisco… Sobre este último, cuenta la leyenda que en el sótano de una de esas casas el monstruo protegía un tesoro, que convertía con su mirada en piedra a quienes a él se acercaban. Hasta que un sastre espabilado lo derrotó mostrándole su propia imagen en un espejo.

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  1. DOLOR

    Exterminio judío

Un artista pinta imágenes de judíos en la muralla. Iratxe López

Tristemente famoso fue el gueto de Varsovia, protagonista de innumerables películas como «El pianista», algunas de cuyas imágenes se rodaron en la ciudad. Del muro levantado por los nazis solo queda un fragmento entre las calles Sienna y Zlota (entrada por el número 62 de esta última). Sí existen, en cambio, algunas placas de hierro fundido incrustadas en el pavimento que señalan sus antiguos límites. Antes de la Segunda Guerra Mundial, los judíos representaban el 30% de la población, ahora protagonizan una 'Ruta de la memoria, el martirio y la lucha' que parte de la Umschagplatz y llega al Monumento de los Héroes del Gueto. Frente a este espera el Museo POLIN de la Historia de los Judíos Polacos, 'Polin' por Polonia y por la palabra hebrea que significa 'aquí descansarás'. Dentro, hay una réplica de la bóveda que coronaba la sinagoga de Gwoździec. Además, son muchos los que se acercan al cementerio judío de Okopowa, el segundo mayor del país. La ciudad no olvida a sus muertos, 6 millones de habitantes fallecieron durante la guerra (el 17% de la población), 3 de ellos judíos. Por eso cada 19 de abril se conmemora el levantamiento del gueto y los ciudadanos prenden en sus solapas junquillos que simbolizan la memoria, el respeto y la esperanza.

  1. ORGULLO

    Una antigua estación de tranvía y el levantamiento

Réplica del bombardero B-24J 'Libertador' en el Museo del Alzamiento. Warsaw Tourist Office

Otra rebelión protagoniza el Museo del Alzamiento de Varsovia. Si te encuentras por la ciudad el 1 de agosto y escuchas una sirena, si de pronto el tráfico se detiene, tranquilidad, sucede cada año a las 17:00 horas. En homenaje a quienes lucharon y perecieron durante los 63 días que duró el alzamiento contra los alemanes, en 1944. La sala expositiva espera en una antigua estación de tranvías eléctricos; narra la historia de los insurgentes frente a la ocupación alemana. Sorprende contemplar la réplica a escala real del bombardero B-24J 'Libertador', derribado tras repartir ayuda. Y asistir a la película 'Ciudad en ruinas', que muestra en tres dimensiones la destrucción de la ciudad.

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  1. ASOMBRO.

    Un jardín del Edén en la biblioteca

Un frondoso jardín envuelve la BUW.

Quien logre abstraerse del destino que pisa podrá soñar que se encuentra en una escena de Jurassic Park, no hay mejor manera de describirlo. La BUW (Casa de la Biblioteca Universitaria de Varsovia), diseñada por Marek Buzhinsky y Zbigniew Badowski, funde de manera sorprendente hormigón, vidrio verde y frondosa vegetación en un canto a la arquitectura convertida en obra de arte. Al contrario que otros muchos, el jardín no se tiende a los pies del inmueble, corona el edificio poblando el tejado, convirtiéndolo en una selva desde cuyo mirador apreciar el río Vístula a un lado, el skyline de la urbe al otro. Abierto al público entre primavera y otoño, el turista recorre pasarelas y pasillos desde donde husmear el interior de la biblioteca, observar tragaluces abiertos en cúpulas vegetales, sentarse para asimilar el asombroso espectáculo.

  1. PLACER

    Las orillas del Vístula

Varsovianos pasean en las orillas del Vístula. Iratxe López

Aprovecha el calorcito del sol para recorrer los márgenes del río, varios ferris gratuitos conectan el paseo de una orilla con las pequeñas playas de la otra. Es posible remar en canoa, apuntarse a travesías en barco para conocer siete puentes (www.po-wisle.pl), navegar hasta la preciosa Serock, situada a 40 kilómetros, en la orilla norte del lago Zegrze (www.ztm.waw.pl). Opciones para quienes prefieran tierra firme son caminar junto al agua, descansar en las explanadas mirando al río o tomar algo en los bares flotantes anclados a lo largo de la ribera. De noche, luces de colores animan el ambiente, aunque para luz, en verano, la del Parque Multimedia de Fuentes, cerca del casco histórico. Disfrutarás de una exhibición de láseres, animaciones y música sobre pantalla de agua (21.30 h.), inspirada esta año en películas de Walt Disney.

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  1. REINVENCIÓN

    De fábricas a imperios de ocio

Entrada al Centro Praskie Koneser. Iratxe López

Renovarse a morir, son varios los edificios industriales que han optado por lo primero, reconvertidos en zonas de disfrute, una buena manera de reciclar lo existente y mantener la memoria del pasado. El barrio de Praga acoge uno de los más visitados, el Centro Praskie Koneser. Nació en terrenos de la decimonónica Destilería de Vodkas 'Koneser', por eso incluye el Museo del Vodka Polaco (visita guiada en inglés con degustación). Hay tiendas de diseño, restaurantes de autor, tabernas... Praga es la única zona de la ciudad que sobrevivió a la contienda, por eso se considera la más genuina. Crisol de culturas, sectores empobrecidos conviven con pisos de diseño, de ahí que algunos lo definan como el barrio hípster. Sus patios esconden pequeños altares, sus edificios grandes murales. También alberga el Museo del Neón, único en Europa, con más de 200 letreros luminosos que en la Polonia socialista, carente de mercado libre, mantenían una función informativa y otorgaban prestigio. 

Qué comer

  • Żurek. Una hogaza de pan sirve como recipiente a esta sopa con caldo de carne (se añade cultivo de levadura a partir de harina de centeno), con huevo y salchicha blanca.

  • Pierogi. Especie de empanadilla muy solicitada, hay rellenas de carne, repollo, setas, frutas, patatas, requesón…

  • Pyzy. Bolas de masa de patata acompañadas con tocino frito y cebolla.

  • Chłodnik. Perfecta para verano, kéfir frío o suero de mantequilla sirven como sustrato para verduras de temporada, rábanos, pepino, remolacha o eneldo.

  • Wuzetka o pastel w-z. Pastel esponjoso de cacao relleno de nata, muy varsoviano, homenaje a la avenida Wschód-Zachód, construida tras la guerra bajo la Ciudad Vieja.

Dónde comer

  • Zapiecek. «Bueno, bonito y barato», así describen las personas locales estos restaurantes que ofrecen comida tradicional polaca. Dicen que sirven los mejores pierogi del país.

  • Muzealna. Localizado en el Museo Nacional, cuenta con estrella Michelin. Propone deliciosas adaptaciones de platos tradicionales (https://www.restauracjamuzealna.pl/)

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