La ruidosa ave quese desprende de su 'gorro' en invierno

Las visitantes estacionales llegan a partir de noviembre a las zonas costeras y para los aficionados a observar la naturaleza y sus comportamientos su aparición supone una alerta meteorológica. Y es que aunque las pequeñas y bulliciosas reidoras suelen verse cauce arriba de rías como la de Bilbao, su presencia se hace mucho más notoria días antes de la llegada de un temporales de invierno. Es también en esa época cuando sus cantos, esos que por sus estridencia le dan nombre, se vuelven más altos y claros.

Como ocurre en otros animales, su aspecto externo cambia dependiendo de la época del año. La cabeza de las reidoras, las más pequeñas de las gaviotas, es de color marrón durante el verano cuando su pico, habitualmente rojo, puede volverse casi negro. En invierno, desaparece el 'gorro' oscuro para dar paso un plumaje blanco con una única mancha oscura, similar a una peca, en los flancos.

Con una dieta basada en peces y crustáceos, la gaviota reidora está incluida como especie Invernante/Migratoria en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de LC - Preocupación Menor. Según SEO/Birdlife, la especie carece de amenazas importantes a escala global. «En España se producen variaciones poblacionales relacionadas, probablemente, con los ciclos de sequía que afectan al nivel hídrico de las zonas húmedas donde la especie nidifica», apuntan desde la sociedad ornitológica que se muestra preocupada el impacto que la gestión de los vertederos pueda tener en el futuro de la especie.