El potencial del espacio político verde en Euskadi

Sin duda, el buen resultado electoral de la candidatura verde de Más Madrid revela que el panorama político progresista se está clarificando en línea con lo que ya sucede en buena parte de Europa. Por una parte, tenemos la opción socialdemócrata, inmersa en una profunda crisis de identidad en países como Francia o Reino Unido, y con dificultades para encontrar liderazgos atractivos para el electorado. Por otra parte, están las opciones de izquierda tradicional, agrupadas en torno a un discurso poscomunista que les permite mantener un suelo electoral estable en torno al 10%-15%, pero sin perspectivas de superarlo a medio plazo.

Y por último está el espacio político verde, una opción ya afianzada en el norte y centro de Europa, con potencial para aglutinar a un electorado más amplio, hasta el punto de que ahora mismo encabezan las encuestas para las próximas elecciones alemanas del mes de septiembre.

Es verdad que la opción verde todavía no ha cuajado en países clave del sur de Europa como España o Italia, pero no es menos cierto que las dinámicas sociopolíticas están cambiando a marchas forzadas, en especial entre un electorado joven y urbano que no percibe futuro en los discursos de la izquierda y la derecha tradicionales, algo que hasta la fecha se ha traducido en un voto protesta atraído por las falsas promesas de la ultraderecha. Ahora mismo sólo las opciones políticas verdes parecen capaces de frenar esta tendencia, con un discurso que aglutina las ansias de cambio con la necesaria estabilidad social que lo haga posible.

Una vez más, Euskadi no es un oasis, y por eso el pasado mes de julio Vox entró por primera vez en el Parlamento vasco gracias a un voto mucho más joven que el del resto de las opciones políticas. La siguiente formación con perfil más joven fue Berdeak EQUO.

¿Será el espacio político verde capaz de consolidarse en Euskadi como una alternativa a corto plazo a las opciones ya existentes? A día de hoy, más de 150.000 abstencionistas vascos se definen como «ecologistas». Es casi seguro que el pasado mes de julio muchas de esas personas no tuvieron conocimiento de nuestra candidatura autonómica, debido a la premura de la convocatoria electoral y a las circunstancias en las que se desarrollaron.

Éste es nuestro objetivo de cara al próximo ciclo electoral: conseguir que ese electorado conozca una opción política fresca, ilusionante y distinta, capaz de arraigar en Euskadi el discurso y los modos de hacer política que ya están triunfando en otros países de nuestro entorno.

En ese camino tenemos la voluntad de renovar nuestro proyecto político para sumar voluntades y apoyos al mismo. Desde siempre, los y las verdes hemos sido capaces de dialogar con otras formaciones políticas para impulsar en cada momento candidaturas alternativas a las existentes. Lo hemos hecho en varias ocasiones, la última de ellas en 2016 y 2019 con Elkarrekin.

Ahora, creemos que es el momento de dar continuidad a nuestro proyecto con la fuerza de la ola verde que nos llega de Europa. Un proyecto con un discurso coherente y compartido en torno a los derechos humanos, la libertad, la transición ecológica de la economía y la justicia social. Un proyecto con un modo de hacer política más transversal y cooperativo.

Es el momento de renovar la política vasca, y de hacerlo en torno a una fuerza verde con potencial como Berdeak EQUO. Ya hemos demostrado nuestra capacidad política y nuestro compromiso con una Euskadi más verde y más justa. Es tiempo de que nuestra juventud recupere la confianza en la política. Es hora de que la sociedad vasca sepa que la alternativa verde en Euskadi sigue en marcha.