El euskera, la lengua más joven

Miles de personas se han comprometido a hablarlo con mayor frecuencia y con más gente en la segunda edición de Euskaraldia, que comienza hoy

Bingen Zupiria

Consejero de Cultura y Política Lingüística

Viernes, 20 de noviembre 2020, 07:25

Acostumbramos a decir, con razón, que el euskera es la lengua viva más antigua de Europa. Así es. Anterior a la llegada de los romanos, ... es una lengua que, con sus altibajos y avatares, una comunidad de hablantes ha mantenido viva en estos lares de Europa durante al menos los últimos 2.000 años. Es también la lengua que en casa hablaron Elkano, Catalina de Erauso, Iñigo de Loiola o Francisco de Javier; o la que, sin haberla recibido en el hogar, dos euskaldun berris como Miguel Unamuno y Sabino Arana aprendieron ya crecidos. Hoy es además una lengua joven, con 846.000 personas en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) que saben hablarla y otras 308.000 que la entienden. De entre ellas 350.000 la han aprendido en los últimos 35 años, y la usan siempre que quieren y pueden para comunicarse, trabajar, estudiar, investigar, ligar, quererse o enfadarse. Por eso me atrevo a decir que es una de las lenguas más jóvenes del mundo, porque entre quienes la saben y la usan las generaciones más jóvenes son mayoría, algo insólito entre las lenguas minoritarias.

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El impulso de la Educación. El sistema educativo ha jugado un rol decisivo en la transmisión del euskera a jóvenes y niños. Es un hecho con pocos precedentes en nuestros tiempos, que no habría sido posible sin la elección de miles de familias que sin conocer el euskera han decidido que sus descendientes lo sepan y han confiado al sistema educativo vasco su formación. No se trata solo de que aprendan la lengua vasca, sino de que, además de hablar un perfecto castellano, aprehendan a través de ella los conocimientos, valores y habilidades que necesitarán para desenvolverse con solvencia en el nuevo y cambiante mundo que les va a tocar vivir, sin descuido de otros idiomas como el inglés, el francés o el alemán, imprescindibles para desenvolverse y trabajar en un entorno profesional cada vez más globalizado.

El conocimiento y el uso del euskera. Hay personas adultas que una vez convertidas en abuelos y abuelas se esfuerzan por aprender algo de euskera y hablarlo con sus nietas. Y les cuesta. Dicen que las criaturas no les siguen en su lengua. Hay también adultos no vascoparlantes que se lamentan de que nuestra juventud no lo use con más frecuencia. En honor a la verdad es necesario repetir tantas veces como haga falta que nunca tantos jóvenes han hablado euskera, pero admitámoslo, para muchos no es fácil y menos en algunos ámbitos.

El uso natural de una lengua, sea el euskera, el castellano o el inglés, exige un entorno que lo haga posible de forma desenvuelta y espontánea. No es factible que niños y niñas que escuchan y usan la lengua vasca solo en el aula la utilicen espontáneamente fuera de ella o ante sus familias. En cualquier caso, el conocimiento y uso del euskera ha dado pasos de gigante en los últimos cuarenta años y el número de personas para las que es una herramienta útil de comunicación ha crecido de forma notable. En esta coyuntura toca dar nuevos pasos para ayudar a esos miles de ciudadanos y ciudadanas vascas que han aprendido euskera en la escuela o en el euskaltegi a que encuentren fuera de las aulas las condiciones para usarlo con normalidad y para asegurar a todos y todas aquellos que lo demanden el derecho a relacionarse y ser atendidos en euskera en todas las áreas de su vida.

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Euskaraldia 2020. Hoy comienza la segunda edición de Euskaraldia, una iniciativa social promovida por la asociación Topagunea y las instituciones públicas de la CAV, Navarra e Iparralde para impulsar el uso del euskera. Miles de personas se han inscrito y han hecho público su compromiso de hablarlo con mayor frecuencia y con más personas. No es fácil en un entorno mayoritariamente castellanohablante saber con quién hablarlo. La chapa con la imagen de una oreja que veremos llevar a muchas personas -BELARRIPREST- es una invitación a que nos dirijamos a ellas en euskera, mientras que la que representa una boca -AHOBIZI- identifica a quien usará el euskera siempre que pueda. Son una invitación a la socialización y al uso de una de nuestras lenguas, la más pequeña en cuanto a su número de hablantes, que, a pesar de los pesares, y gracias al tesón y la motivación de sus hablantes, muestra una notable vitalidad entre las 7.000 lenguas que en la Tierra aún se hablan: ocupa el puesto 30 en el ranking mundial de lenguas con artículos publicados en Wikipedia y se encuentra entre las 306 que en el mundo navegan por Internet. Es también la lengua que más de la mitad de los jóvenes que este curso se han matriculado en la UPV-EHU han elegido para cursar sus estudios.

Son pinceladas de una comunidad plurilingüe que apuesta por mantener viva su joven lengua milenaria gracias, entre otras cosas, a la complicidad de miles y miles de hombres y mujeres que, sin conocer el euskera, han apostado por que siga siendo la lengua de nuestra comunidad. Eskerrik asko!

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