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Vista de un termómetro que marca 46 grados en Madrid. J. P. Gandul

Perorata del 'influencer'

Adentrémonos en la mente de uno de esos charlatanes que ni en verano descansan

Lunes, 25 de agosto 2025, 00:02

La forma en que nos manipulan impone la rebelión como única vía para restablecer la cordura en nuestra civilización decadente, tarea a la que me ... dedico desde hace años en mi canal Alerta Universal Inminente, que cuenta con más de cien mil seguidores. No me dejan descansar ni en verano, ya que los poderes públicos aprovechan estas fechas de desconexión popular para ir implementando la Agenda 2030 mediante el mecanismo de hacernos creer que estamos sometidos a unas persistentes y agresivas olas de calor, como si lo normal no fuese que en verano haga calor, pero el caso es que nos han impuesto ese parámetro: que haga calor en verano se convierte en un dato terrorífico.

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El método es muy simple: desde los serviles medios de comunicación, los meteorólogos -o gente que dice serlo- nos machacan con el anuncio de temperaturas extremas e imágenes del mapa de nuestra patria coloreado en rojo, como señal de que vamos a asarnos. Para resultar convincentes, dejan pequeñas zonas en naranja o amarillo, aunque ningún espíritu no alienado puede creer que en Vigo los termómetros van a alcanzar los 36º o que en Bilbao van a superar los 43º, eso es imposible.

A pesar de la tosquedad de estas campañas institucionales encaminadas a sugestionarnos de la evidencia de un cambio climático, funcionan, ya que logran producir en la población un efecto hipnótico: si te repiten sin cesar que vas a achicharrarte, acabas achicharrado. Si te aseguran que en tu ciudad el mercurio de los termómetros va a alcanzar casi el punto de ebullición, tu mente lo da por bueno y tu cuerpo empieza a sudar. De sobra sabemos que no hay cosa más sencilla de manipular que los termómetros callejeros, imprescindibles para crear la fantasía colectiva de que vivimos en el infierno mismo. Aparte de eso, ya sabemos que el frío o el calor son sensaciones en gran medida psicológicas, y de ahí que resulten susceptibles de ser inducidas mediante maniobras de control mental.

Hay días en que hace un poco más de calor que en otros, pero eso no es consecuencia de ningún cambio climático sino el efecto de los que se empeñan -en especial los chinos- en redondear artificialmente nuestro planeta, que siempre ha sido una gran planicie, porque si fuese redondo, la gente del Hemisferio Sur se despeñaría y acabaría flotando sin rumbo por el espacio sideral, ya que la ley de la gravedad es un bulo que se cae por su propio peso.

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Y a continuación paso a recomendarles unas pastillas cien por cien naturales con las que pueden adelgazar 10 kilos en 10 días.

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