Diez años como «referente mundial»

«Este aniversario me ha servido para hacer una pausa y mirar todo lo que hemos conseguido», comenzaba su alocución el director del BCC, Joxe Mari Aizeaga, recordando cómo se creó «lo de la universidad para aprender a cocinar» que tuvo su sede original en Villa Yeyette, en el barrio de Intxaurrondo, con una primera promoción de apenas 36 alumnos. Aizeaga recalcó que en estos diez años «la gastronomía ha alcanzado metas que parecían inalcanzables», al tiempo que agradeció a todas las personas que «han contribuido a que la constelación de la gastronomía brille cada día con más fuerza» y han propiciado que el Basque Culinary Center «se convierta en un referente mundial» con más de 8.000 personas de más de 30 países que han pasado por las cocinas y aulas del centro, tanto para cursar el grado como masters y cursos online.

También puso en valor el impacto económico que ha tenido la facultad de Ciencias Gastronómicas, que en la última década ha generado 170 millones de euros y que cada año aporta más de 4 millones de euros a las arcas fiscales del territorio. «Somos un ejemplo de lo que puede dar de sí la colaboración público-privada», se congratuló.

El acto contó con la presencia, entre otros, de la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia; la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejería; el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso; el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano y el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia. El broche del evento lo puso el lehendakari, Iñigo Urkullu, que destacó la labor pionera del BCC para «dotar de mayor dimensión al sector de la gastronomía», impulsando «la transformación y la modernización» del mismo.