China ha comenzado este sábado a administrar vacunas inhalables en Pekín para tratar de frenar el repunte de casos de coronavirus. Una escalada de contagios que ha llegado a la capital coincidiendo con el fin de la política cero-COVID del Gobierno. Esta nueva estrategia de inmunización es vital para evitar brotes de gran envergadura en el país asiático. China además ha pedido a su población que trate los síntomas en casa salvo que sean casos graves. -Redacción-
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión