Rolls-Royce, Lamborghini, Ferrari... la exclusiva colección de coches hallada en el palacio de Al Assad

En la amplia cochera de alto standing situado en un gran almacén, al norte del barrio de Al-Mazzeh, hay de todo. Desde el aristocrático Rolls-Royce Ghost hasta un Lamborghini Diablo que parece salido de una película de la saga 'Fast & Furious', sin olvidarnos de un exclusivo Ferrari F50 rojo considerado una auténtica rareza. De hecho, sólo se fabricaron 349 unidades entre 1995 y 1997. El deportivo, que puede alcanzar una velocidad máxima de 375 km/h gracias a su motor V12, está valorado en seis millones de dólares. Una barbaridad teniendo en cuenta que fue puesto a la venta por primera vez por unos 450.000 dólares.

Pero junto a estas particulares joyas de la corona del presidente que vivía a cuerpo de rey también se hallan aparcados turismos de lujo entre los que se encuentran un Aston Martin Rapide, un Ferrari F430 Spider, un Audi R8 y un Mercedes-Benz SLS AMG con sus inconfundibles puertas en forma de alas de gaviota. Estos vehículos debían ser utilizados por Al Assad para las ocasiones especiales, porque para el resto de los días tenía a su disposición un auténtica flota de SUVS, sedanes, furgonetas e incluso quads de marcas automovilísticas de alta gama como BMW, Mercedes-Benz o Audi. En total, unos 40 automóviles a disposición del expresidente entre los que se encuentra un camión blindado.

El garaje se encuentra muy cerca de la fortaleza de piedra y mármol situada en una colina con una vista privilegiada a la capital de Siria. Una suntuosa mansión, con un arsenal incluido, donde han entrado en tropel los rebeldes y ciudadanos sirios en general para tomarse todo tipo de selfies y grabar vídeos que posteriormente han colgado en las redes sociales. Sus imágenes celebrando por todo lo alto su victoria, disparos al aire incluidos, en las hasta ahora vetadas y lujosas estancias de palacio pasarán sin duda a la historia. Incluso se ha visto a mujeres revolviendo en la cocina y en los dormitorios para llevarse platos, ropa y enseres varios.

Los guerrilleros han documentado asimismo el saqueo de otros objetos valiosos como obras de arte y muebles abandonados junto con los vehículos de lujo por un dictador que tuvo que huir a toda velocidad, ironías del destino, a Rusia cuando vio con claridad que la vertiginosa revuelta armada iniciada hace tan sólo 11 días a por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) iba a tener éxito tras más de medio siglo de autocracia familiar. De momento, se desconoce qué pasará con los tesoros hallados en el palacio de Al-Rawda, así como la fortuna personal del mandatario, que podría ascender los 2.000 millones de dólares. Una enorme cuantía oculta en numerosas cuentas fantasma y paraísos fiscales a la que podrá acceder desde su seguro retiro en Moscú.