Mejor trato a la inmigración y regreso a la primera línea mundial

Trump lanzó su último órdago la semana pasada al viajar hasta Texas para enorgullecerse del muro fronterizo que él mismo mandó construir. Ahora, la diplomática Roberta Jacobson, quien fuera embajadora en el país centroamericano entre 2016 y 2018, ocupará un puesto de nueva creación dentro del Consejo de Seguridad Nacional para coordinar todos los asuntos de especial relevancia que tengan que ver con la frontera y Centroamérica. También deberá dar forma a la reforma migratoria de Biden al asumir la política de asilo de un Ejecutivo que, entre otros objetivos, plantea otorgar la ciudadanía estadounidense a cerca de 11 millones de indocumentados que se estima viven en el país.

Por su parte, el nombramiento de Blinken como secretario de Estado persigue que EE UU regrese a la «primera línea» mundial, según relató ayer él mismo en el Senado, que será el encargado de confirmar su idoneidad para el cargo (algo que se da por seguro, ya que la Cámara recupera desde hoy la mayoría demócrata). Su prioridad es fortalecer los vínculos con los aliados tradicionales de Estados Unidos para «ganar la competencia con China» o los retos frente a Rusia, Corea del Norte o Irán. El secretario de Estado prometió romper con la diplomacia unilateralista y soberanista de Trump. Blinken fue asesor adjunto de Seguridad Nacional bajo la presidencia de Obama.