La traumática experiencia de Gorka Otxoa como hincha de la Real: «Nos esperaban 8 cabezas rapadas y nos gritaron putos vascos»

Gorka Otxoa es un ferviente seguidor de la Real Sociedad. Siempre que su trabajo como actor se lo permite se planta en el Reale Arena para animar a los suyos. No ocurre lo mismo cuando el conjunto txuriurdin juega a domicilio. El intérprete donostiarra sufrió una traumática experiencia cuando era solo un adolescente. De chaval viajó hasta Logroño para ver a su equipo en Las Gaunas ante el Logroñés, entonces en Primera División. Sin embargo, fue testigo directo de la peor cara del fútbol y tres décadas después confiesa que siente «miedo» y que no se atreve a viajar a algunos campos.

Según relató en una entrevista a 'Relevo', el diario deportivo digital de Vocento, el actor de 'Machos Alfa' todavía no ha superado el terrible episodio que vivió en la capital riojana junto a dos amigos. Solo por llevar los colores de su equipo. «Con 15 o 16 años fuimos tres colegas a Logroño. Nos compramos en el típico chiringuito la bufanda de la Real. Nos íbamos a la parte vieja a comer unos pintxos y aparecieron, estaban esperándonos, a la caza, ocho nazis, de esos cabezas rapadas, de los de antes, de libro».

Estos individuos les rociaron con espray antiojos y Gorka y sus amigos echaron a correr. El ex de 'Vaya Semanita' logró salvarse de la encerrona, pero uno de los amigos no logró escapar. «A uno lo engancharon. Y en el suelo empezaron a darle una paliza terrible al grito de putos vascos, vamos a matar a todos, etarras... Todo el pack, y por llevar la bandera de la Real, única y exclusivamente», lamenta en esta entrevista publicada por 'Relevo'.

El actor que interpreta a 'Santi' en la conocida serie de Netflix logró refugiarse junto al otro amigo en un bar. En lugar de ir al partido acabaron en urgencias. Desde entonces, se lo piensa mucho a la hora de ir a ver a la Real fuera de casa. «Estuve muchísimos años sin ir a ningún lado. Fui a Vigo porque hay un hermanamiento con la afición de allí. Fue una gozada, una fiesta del fútbol, fuimos en kalejira al campo y desde las casas nos aplaudían. Pero se me quedó el susto y hay muchos campos a los que me encantaría ir y no voy», explica.

Otxoa acudió a ver al conjunto donostiarra en sus citas europeas ante Anderlecht y del Benfica. En estos partidos se produjeron incidentes graves con ultras de ambos equipos. «Los goles que encajamos ante el Anderlecht fue casi lo de menos ante la posibilidad de habérsele abierto la cabeza a cualquier chaval o al padre de cualquier chaval. También fue terrible el día del Benfica con las bengalas».

El intérprete vasco no duda en tildar a estos radicales de «energúmenos» y asegura que debería estar prohibido que viajen. «A nosotros nos tratan como delincuentes cuando vamos fuera, pero aquí vienen los delincuentes de verdad y les ponen la alfombra roja y los protegen», zanja.

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