Heidi Klum vuelve a dejar a todos con la boca abierta con su disfraz de Halloween

No decepcionó. Más bien al contrario. Dejó a todos con la boca abierta. Heidi Klum volvía a celebrar su tradicionial fiesta anual de Halloween después de que los dos últimos años tuviera que suspenderse por la pandemia. Y la modelo volvió a sorprender con la elección de su disfraz. Klum enfundó en un traje de gusano gigante con el que prácticamente no podía ni moverse y con el que resultaba imposible intuir que era ella la que estaba dentro. «Happy Halloworm!», escribía en su cuenta de Instagram. 'Worm' es 'gusano' en inglés.

«Un poco de color, un poco de pintura, te convierten en lo que no eres», comentaba en las redes sociales para ir despertando la curiosidad del personal. Para la confección de su disfraz contó con la colaboración de Mije Marino (maquillador de prótesis profesional), Mike Fontaine (ha trabajado en películas de ciencia ficción) y Jerry Constantine (especialista en maquillaje de efectos especiales). Más de diez horas de trabajo para dar forma al disfraz de súper gusano, según reveló ella nada más llegar a la fiesta, que se celebró en el Sake No Hana at Moxy, un restaurante japonés de Manhattan.

«Diría que este es uno de los mejores, solo porque es tan inusual y tan grande en tamaño, y porque es raro», aseguraba la modelo, de 49 años. Lo cierto es que en realidad se trataba de un disfraz de pareja. Su marido, el músico y productor de la banda Tokio Hotel, Tom Kaulitz, iba de pescador. ¿Y qué pescador no necesita un gusano para su caña? Eso sí, Kaulitz añadió su disfraz el detalle de tener un ojo fuera de su cuenca. En teoría, por el anzuelo.

Aunque aguantó con el difraz más de lo esperado, dado lo claustrofóbico del modelito, Heidi Klum terminó la noche con la máscara de gusano, pero acabó con un mono trasparente con brillantes.

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