Pura energía de rock

El rock es algo tan amplio que no tiene límites. Se puede ir desde lo melódico y doo-wap hasta lo espídico y metalero, pasando por el punk-reggae, la vena más blusera o los ecos de folklores varios. Y el Azkena siempre presume de tener un poco de todo. Bueno, pues ayer hubo un gran momento de monopolio por parte de los cañeros Soziedad Alkoholika, que dieron tralla sin más alternativas al respetable no seguidor de su estilo que escuchar a la gran La Perra Blanco. Pero no. No era posible entrar en la carpa Trashville, donde reinaba un calor mortal.

Mientras SA atronaban Mendizabala, los seguidores de estilos más suaves, más negroides o rockabillies se miraban con caras de bostezo. Y algunos no resistieron la tentación y abandonaron lo que para ellos era un infierno. Otros bebieron, en casos para olvidar.

En fin, que después de que el espacio delante del escenario God se llenase de gente cuando el líder de Sosical Distortion salió ya tenía a todo el mundo colocado ante la tarima. Con su Gibson Les Paul de pastillas P90 y su icónica gorra, Mike Ness lideró un concierto pleno de energía punk rock, pero escuchable por muy diferentes aficionados.

Todos vibraron con el grupo, que repertió electricidad y ritmo delante de su logotipo. Sí, ese esqueleto fumador y coctelero con sombrero cordobés.

El concierto fue como un soplo de aire fresco en el recinto. Sobre todo cuando el segundo tema, 'Bad Luck', abrió las ganas de acompañar al grupo coreando el estribillo. Había ganas. Y hubo rock. Mucho y bueno.

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