Borrar

Cansancio constante, estrés y mal dormir: señales de una inflamación que pide cambios en tus rutinas

Magda Nedza publica un nuevo libro con recetas y consejos para combatir uno de los grandes males del siglo XXI

Leire Fernández

Jueves, 3 de julio 2025, 08:24

Una de las palabras que más estamos escuchando en los últimos tiempos es 'inflamación'. Nuestro estilo de vida apresurado, la mala alimentación, el estrés, la falta de ejercicio al aire libre... todo repercute en nuestro organismo provocando síntomas que muchas veces no sabemos a qué se deben. La inflamación crónica es una respuesta fisiológica del sistema inmune y afecta especialmente a todo lo relacionado con el sistema digestivo porque el 70% del sistema inmune está en el intestino. Magda Nedza ha publicado 'La inflamación bajo control' en la que ofrece una guía práctica y clara para ayudarnos a controlarla.

- Magda, ¿cómo podemos saber si sufrimos inflamación crónica?

Detrás de la inflamación crónica de bajo grado puede haber una sintomatología muy diversa. Al final, dependiendo de la persona, puede variar muchísimo. Podemos presentar solamente un síntoma o varios síntomas. Por ejemplo, mucho cansancio, fatiga, nos levantamos sin energía, gente con infecciones recurrentes, tenemos dificultad a la hora de pensar, un poco como niebla mental.

Por supuesto, también la dificultad a la hora de perder grasa, para conciliar el sueño. Cualquier tipo de dolor a nivel de dolores musculares, articulares, incluso de cabeza, que no tienen nada aparente.

- ¿Qué tipo de pruebas son necesarias para hacer un diagnóstico?

Existen algunos parámetros que podríamos incluir en nuestra analítica para poder ver si sufrimos de esta inflamación. Por ejemplo, la proteína C reactiva ultrasensible o la velocidad de sedimentación. Luego también nuestro hemograma, los leucocitos y los neutrofilos, sobre todo el ratio entre estos dos parámetros. La seritina, que muchas veces las mujeres tendemos a tenerla baja porque tenemos muy bajos depósitos de hierro, pero cuando la tenemos alta puede significar que tenemos problemas con esa inflamación de bajo grado que al final nos provoca muchísimo estrés oxidativo en el cuerpo. También el perfil lipídico, el colesterol, el ratio de LDL con HDL.

Hay varios parámetros que podemos mirar que nos pueden indicar si estamos teniendo problemas con la inflamación. Por supuesto, no siempre estos parámetros los veremos alterados porque dependerá de la intensidad de esa inflamación.

- Una de las cosas que afecta a la inflamación es el estrés. Pero controlarlo con el tipo de vida que llevamos actualmente es complicado, casa, niños, trabajo...

Sí, el estrés es uno de los factores más importantes que influyen en la inflamación, junto con la falta de descanso y una mala dieta. Tenemos estresores por todas partes y es importante ser consciente del problema porque lo que veo a diario en la consulta es que muchas mujeres nos adaptamos a altos niveles de estrés en nuestra vida y estamos acostumbradas a tener el cortisol por las nubes, que al final eso nos desregula y nos inflama muchísimo. Hay que reconocer que sí tengo estrés en mi vida, y qué es lo que puedo hacer para mejorarlo. Por ejemplo, intentar salir a caminar o hacer algún otro tipo de actividad física, que al final siempre movernos, sobre todo si lo hacemos al aire libre, nos ayuda a gestionar un poquito estos niveles de estrés. Podríamos encontrar algún tipo de actividad que nos guste, leer un libro, sobre todo por la noche en vez de estar con el móvil porque sabemos que las pantallas alteran al final nuestra calidad del sueño, lo que repercute de manera negativa también los niveles de estrés en nuestra vida.

Luego qué actividad encontramos relajante dependerá de cada persona, pero hay que disfrutar de ratos agradables, para despejar y desconectar un poco de esta vida tan estresante que tenemos.

- Hay momentos vitales que habitualmente se asocian más a la inflamación como puede ser la menopausia, ¿qué podemos hacer previamente para prevenirla?

Es muy importante esa preparación previa a la menopausia y sí que podemos hacer mucho. Últimamente, por suerte, ya se empieza a hablar cada vez más sobre esta etapa durante mucho tiempo olvidada, en parte porque la esperanza de vida es cada vez más larga, lo que quiere decir que más mujeres vivirán la etapa de postmenopausia durante más tiempo. Por ello es muy importante que nos preparemos para esta menopausia que luego influye también en este periodo de postmenopausia. Llevar una dieta equilibrada de perfil antiinflamatorio con suficiente aporte de proteína, de baja carga glucémica para no provocar demasiados picos de azúcar en sangre, con suficiente aporte de grasas saludables, a las que no tenemos que tener miedo, que en su justa medida la grasa es antiinflamatoria y nos ayuda a mantener un buen equilibrio hormonal.

También tener en cuenta otros nutrientes claves como, por ejemplo, un suficiente aporte de omega 3, que es muy antiinflamatorio, vitamina D, proteína, fibra, también en fruta y verdura, que tienen antioxidantes. La nutrición influye en mejorar este contexto inflamatorio en el que vivimos todos nosotros.

Y, por supuesto, otro factor muy importante es la actividad física, meter un poquito de ejercicio de fuerza que nos ayuda a trabajar un poco nuestro músculo, lo que se traduce en que más adelante no sufrimos la sarcopenia, que es la pérdida de masa muscular, y, por supuesto, la osteopenia y la osteoporosis, que es muy común en las mujeres en la edad de menopausia.

De esa manera podemos un poco prevenir, mejorar toda esa sintomatología que la mujer sufre en la menopausia.

- ¿Hay algún estudio que podamos hacer cuando cumplimos los 40 para saber cómo está nuestra salud general?

Sí, yo siempre en mi consulta le pregunto si tiene algún análisis reciente, si no lo tiene le pido uno con datos un poco más específicos de los que suele pedir un médico de cabecera para que también podamos ver un poquito más en profundidad nuestro estado de salud. Por ejemplo, el hemograma completo, el perfil lipídico, el hepático para ver también cómo funciona nuestro hígado. Por supuesto, esos parámetros para ver la inflamación como son la proteína C-reactiva, la velocidad de sedimentación. Algo muy importante, por ejemplo, es chequear la vitamina D, que a veces los médicos no lo hacen y llegan personas con muchísimo déficit. Luego también el perfil tiroideo, que a veces hay algunos desajustes en los niveles de la tiroides, que también repercuten negativamente.

Por otro lado, la hemoglobina agregada. Esto nos permite ver si hay una resistencia a la insulina en los últimos meses, algo muy importante tanto en la menopausia como en la perimenopausia, y que puede ser una entrada a la diabetes, al síndrome metabólico. Esa resistencia a la insulina también está detrás de la acumulación de grasa, sobre todo a nivel abdominal y en los brazos. Esa grasa visceral que envuelve nuestros órganos puede llevar a desarrollar problemas a nivel cardiovascular, por lo que es muy importante tenerlo en cuenta.

La inflamación ¿también debemos controlarla en los niños?

Aunque lo habitual es que normalmente la inflamación la sufran los adultos, la realidad es que no debemos descuidar a los más pequeños. «Los niños también necesitan nutrientes para ser saludables, pero en los supermercados hay un exceso de productos ultraprocesados, empezando por las opciones de desayuno que tienen demasiado azúcar. Por otro lado, con nuestro estilo de vida, cada vez más tiempo encerrados delante de las pantallas, salen menos a jugar al exterior, al final es un ambiente proinflamatorio, por lo que también debemos cuidar qué podemos hacer para mejorarlo. Que el niño se mueva, reducir sobre todo el consumo de alimentos ultraprocesados y muy ricos en azúcares. De hecho, vemos cada vez más desajustes a nivel de salud y del comportamiento del niño. Por supuesto, todo lo que comemos al final influye, pero también el exceso de pantallas y la falta de actividad física al aire libre. Y deberíamos tenerlo en cuenta porque al final eso repercute en la salud del niño. Hay cada vez más niños que contraen enfermedades que antes contraían solamente las personas de edades más avanzadas».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Cansancio constante, estrés y mal dormir: señales de una inflamación que pide cambios en tus rutinas

Cansancio constante, estrés y mal dormir: señales de una inflamación que pide cambios en tus rutinas