PSE, PP y Podemos se movilizan para combatir la polarización nacionalista

En una campaña por momentos centrada en la bronca abierta entre el PNV y EH Bildu, el resto de formaciones tratan de abrirse paso en esa guerra y demostrar que el 28-M no es una pelea a dos a pesar de los intentos de los partidos abertzales por polarizar el debate. Socialistas, populares y Elkarrekin Podemos se esfuerzan en trasladar su mensaje porque también se juegan mucho.

Uno de los principales temores que tenían tanto el PSE como el PP y la coalición morada al arrancar la campaña es que el PNV y EH Bildu intentasen convertir la carrera electoral en un mano a mano. Y en cierta medida ese vaticinio se ha cumplido. Los jeltzales han centrado sus ataques principalmente en la coalición soberanista, en alertar de los riesgos que, a su juicio, supondría que los de Arnaldo Otegi ganasen cuotas de poder. En esa campaña de desgaste, la inclusión de candidatos condenados por sus vínculos con ETA en las listas de EH Bildu ha jugado a su favor.

La izquierda abertzale, por su parte, ha acusado a los jeltzales de entrar en el «barro» para no debatir propuestas concretas y frenarles como alternativa. En definitiva, buscar la confrontación de dos modelos antagónicos y presentarse como el «voto útil» para frenar al adversario. Una estrategia con la que se pretende decantar resultados que en principio parecen ajustados, como es el caso de Gipuzkoa y Vitoria.

A partir de ahí el resto de formaciones tratan de jugar sus cartas. Y, en cierta medida, una de ellas está siendo denunciar la pelea en la que se han metido los nacionalistas. El líder del PSE, Eneko Andueza, ya advirtió el miércoles que Euskadi «no está para juegos» y ayer insistió en centrarse «en lo que verdaderamente importa a la ciudadanía y no en este tipo de debates».

Los socialistas tienen grandes esperanzas puestas en Vitoria, donde las encuestas auguran una pelea muy ajustada a cuatro bandas en la que también está el PP. El miedo en el PSE es que un cierto número de votantes pueda ver en EH Bildu la única opción para sacar al PNV de la Alcaldía. Una tendencia que la candidata socialista combate situando en el mismo plano a jeltzales y soberanistas. «Somos la alternativa al continuismo que supone la candidata peneuvista y a las posturas extremas de EH Bildu y PP. La izquierda abertzale ha puesto caras nuevas que sonríen más pero son los mismos», afirmó Maider Etxebarria.

¿Valor refugio?

Una estrategia que también comparte el PP. Los populares quieren recuperar parte del espacio que han perdido en las últimas convocatorias. La caída en picado de Ciudadanos les da cierto margen, pero en la formación conservadora también son conscientes de que un porcentaje de sus votantes se han ido al PNV, al verlo como una especie de 'valor refugio' frente a una previsible victoria de EH Bildu. El objetivo de los de Carlos Iturgaiz es convencerles de que no es así, más bien todo lo contrario. Que son lo mismo. «EH Bildu y el PNV se están tirando los trastos a la cabeza como el dúo Pimpinela, pero cuando acaben las elecciones van a pasar a ser como Romeo y Julieta», aseguró ayer el presidente de los populares vascos, quien recalcó que la única opción «para acabar con el sanchismo y el nacionalismo obligatorio» es el PP.

Más complicado lo tiene Elkarrekin Podemos-IU.La coalición morada quiere frenar el trasvase de votos a EH Bildu escenificando unidad. De hecho, uno de los motivos que impulsó a Podemos, IU, Equo y Alianza Verde a cerrar filas y superar sus rencillas fue el convencimiento de que por separado no tenían opciones de hacerse un hueco entre el PSE y la izquierda abertzale. De ahí que se ponga en valor un frente «fuerte, amplio y abierto». «Tenemos un proyecto alternativo, somos la alternativa a un país que no nos gusta y queremos un país para todos», afirmó Pilar Garrido, la coordinadora general de Podemos Euskadi.

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