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Trucos para ahorrar en la factura de la luz en Navidades

Esta no parece la mejor época para reducir el consumo el eléctrico, pero se puede intentar si tenemos en cuenta algunos consejos

iratxe bernal

Martes, 21 de diciembre 2021, 17:42

En la cocina, casi todos los electrodomésticos a pleno rendimiento para deslumbrar a la familia con lo mejor de nuestro repertorio culinario y, en la sala, la calefacción y las lucecitas dándolo todo para terminar de lograr que la casa resulte de lo más acogedora y festiva. La Navidad no parece la mejor época para ahorrar en la factura de la luz, pero se puede intentar si tenemos en cuenta algunos consejos que conviene tener en cuenta durante todo el año.

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Empecemos por la cocina. Antes de encender la vitro, saca los alimentos de la nevera con un poco de antelación para que estén menos fríos y escoge bien el recipiente: mucho mejor uno ligeramente mayor que la zona de cocción y, si puede ser, con fondo difusor para que temperatura en su interior sea más homogénea. Por otra parte, recuerda que tapar el recipiente puede suponer un ahorro de hasta el 25% de energía y que, salvo si es de inducción, podemos apagar la vitro unos minutos antes de acabar de cocinar para aprovechar el calor residual.

Estos días es casi obligado esmerarse un poco y cambiar el microondas por el horno. Si es así, organízate para hacer más de una preparación a la vez y ten en cuenta que cada vez que lo abrimos mientras está encendido perdemos un mínimo del 20% de la energía acumulada en su interior. Piensa además si de verdad hace falta precalentarlo, porque puede resultar innecesario si la preparación requiere más de una hora de horneado. Como ocurre con la vitro, también puedes apagarlo un poco antes de finalizar la cocción.

Si vamos a preparar comida con antelación, es importante recordar que conviene no meter nada caliente a la nevera, porque el aparato hará un esfuerzo para compensar ese incremento de la temperatura en su interior. Por la misma razón, si vas a descongelar hazlo pasando la comida del congelador a la nevera. Además, que de que hay menor riesgo sanitario que en el exterior, facilitaremos que el aparato aproveche ese frío para trabajar menos. Por otra parte, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recomienda ajustar el termostato para mantener una temperatura de cinco grados en el compartimento de refrigeración y de -18 en el de congelación.

A la hora de recoger, procura utilizar el lavavajillas en programas cortos y de baja temperatura y encenderlo cuando esté completamente lleno. Si hace fala, retira en seco los restos de comida antes de meter la vajilla y si necesitas aclarar los platos antes de meterlos en el aparato, hazlo con agua fría. Ah, y presta un poco de atención a los depósitos de sal y abrillantador porque reducen el consumo de energía en lavado y secado, respectivamente.

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Ahora revisemos el uso de la calefacción. Según IDAE, por cada grado que aumentemos la temperatura, se incrementa el consumo de energía aproximadamente en un 7%. Aunque la sensación de confort sea subjetiva, IDAE estima que la mayoría nos sentimos cómodos entre los 19 y los 21 grados centígrados. De modo que su primera recomendación es ajustarse a esas temperaturas, aunque tengamos que ponernos un jersey o una cahqueta. Si vamos a ausentarnos por unas horas podemos bajar el termostato a los quince grados y volver a subirlo al regresar. Por la noche, IDAE recomienda apagar la calefacción y bajar las persianas mientras dormimos y, por la mañana, esperara a ventilar (con diez minutos basta) y cerrar las ventanas antes de volver encenderla.

Con respecto a la decoración, enlazando con lo anterior, quizá lo primero sería recordar que no hay que colocar nada ni cubriendo los radiadores ni apoyándose en ellos. Además de que puede ser un riesgo, se dificultará la adecuada difusión del aire caliente. Por otra parte, como es lógico, deberíamos evitar los elementos ornamentales que necesiten electricidad, pero si no podemos evitar la tentación de colocar lucecitas lo mejor es optar (como en el resto del alumbrado del hogar) por las de bajo consumo (colocando, si podemos, reguladores de intensidad luminosa) y apagarlas cuando nos acostemos o nos ausentemos.

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