Las nuevas cotizaciones para autónomos a partir de 2023

Después de meses de reuniones, propuestas y desencuentros, el Gobierno y las principales asociaciones de autónomos llegaron por fin la semana pasada a un preacuerdo sobre el nuevo sistema de cotización a la Seguridad Social de este colectivo de trabajadores para los tres próximos años.

El objetivo de la reforma del Régimen Especial del Trabajador Autónomo (RETA) es ajustar las cotizaciones sociales a los ingresos reales de los autónomos y sustituir el actual sistema de libre elección de cuotas.

El preacuerdo establece una nueva tabla de tramos de rendimientos netos -diferencia entre ingresos y gastos deducibles-, bases de cotización y cuotas para los aproximadamente 3,3 millones de autónomos registrados en España durante los tres próximos años, frente a los nueve pretendidos inicialmente.

El año que viene la horquilla de cuotas irá desde los 230 a los 500 euros y se irá modulando en los dos ejercicios siguientes, de forma que en 2025 la aportación mínima bajará a los 200 euros y la máxima subirá a 590 euros.

Estas cantidades han sido consensuadas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y las tres principales asociaciones de autónomos: ATA, UPTA y Uatae. La primera de ellas, presidida por Lorenzo Amor e integrada en la patronal CEOE, fue la última en sumarse al acuerdo en la madrugada del pasado martes día 20.

El consenso no ha sido fácil y las propuestas y contrapuestas, muy numerosas. La nueva tabla de cotizaciones -que poco tiene que ver con la lanzada inicialmente por el ministro José Luis Escrivá- está dividida en 15 tramos según los rendimientos netos previstos por el trabajador, que van desde los iguales o inferiores 670 euros mensuales hasta los que superen los 6.000 euros.

Cada autónomo quedará incluido en una horquilla de ingresos con su correspondiente base de cotización, sobre la que se aplicará un porcentaje -fijado cada año en los Presupuestos Generales del Estado- que dará como resultado la cuota mensual a la Seguridad Social. Eso sí, los autónomos son libres de cotizar por una base superior a la que le corresponde.

Cada tres años, hasta 2031, el Gobierno y las asociaciones representativas del colectivo tendrán que acordar un nuevo esquema trianual de cotizaciones.

¿Qué pasa si los rendimientos netos del trabajador no se corresponden con la horquilla de ingresos previstos inicialmente? La administración regularizará los pagos, de forma que si un autónomo ha cotizado por un tramo superior al de los rendimientos netos que finalmente ha tenido, se le devolverá la diferencia en un plazo de cuatro meses.

En caso contrario -si ha cotizado por debajo de lo que le corresponde-, será el autónomo quien tendrá que reintegrar la diferencia a la Seguridad Social, solo que únicamente tendrá un mes de plazo para hacerlo.

Escrivá ha acabado cediendo ante la presión de dos de las asociaciones de autónomos, que pedían una mayor rebaja de las cuotas de aquellos trabajadores con menos ingresos. Estos autónomos pagarán a partir de 2025 un mínimo de 200 euros al mes, 94 menos que actualmente.

De esta forma los aproximadamente 1,3 millones de trabajadores por cuenta propia con unos rendimientos netos menores de 670 euros se ahorrarán el próximo año 767 euros, cifra que en 2025 se elevará hasta los 1.127 euros.

Por su parte, los que más ganan -rendimientos netos a partir de 6.000 euros- pagarán en 2025 una cuota de 590 euros, una cantidad algo más de la mitad de los 1.125 euros propuestos inicialmente por Escrivá.

UPTA calcula que los autónomos con rendimientos netos inferiores a los 1.300 euros mensuales saldrán ganando respecto al actual esquema. Los trabajadores situados en el tramo entre los 1.300 y 1.700 euros seguirán como ahora, mientras que el resto verán elevadas sus cotizaciones.

El preacuerdo incluye además el mantenimiento de la tarifa plana para todo nuevo emprendedor, cuando la idea inicial del Ministerio de Seguridad Social era limitarla a los autónomos con ingresos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Eso sí, la eleva desde los actuales 60 euros hasta los 80 para los próximos tres años.

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