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La presidenta del BCE, Christine Lagarde, seguida del vicepresidente Luis de Guindos. reuters

La subida de tipos empuja a la banca a cambiar el paso y remunerar por los depósitos

El tipo de interés, que lleva meses afectando a las hipotecas, aún no se ha trasladado a pagar por el saldo de cuentas corrientes y productos de ahorro

Martes, 3 de enero 2023, 00:46

«Si ustedes son ahorradores y tienen una cuenta corriente o un depósito a plazo, yo me iría al banco a pedirle: 'Oiga, actualíceme usted ... la remuneración'». Ya el 15 de septiembre, el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, advertía de que la dinámica había cambiado. Tres meses y medio después, sin embargo, la vida sigue igual.

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Con los tipos de interés al 2,5% y un escenario de subidas que se van a prolongar al menos durante nueve meses en 2023, el BCE sigue trasladando un mensaje contundente a los mercados: mientras el IPC en la zona euro no se sitúe en el 2% -y ahora está en el 10%, casi el doble del 5,8% de España- mantendrá esta política creando un nuevo contexto para el negocio financiero.

Los bancos sí lo han interpretado rápido para encarecer las hipotecas, con un euríbor que cierra el año por encima del 3%. Pero no tanto para retribuir el dinero que los clientes tienen en sus cuentas corrientes ni para activar productos de depósito fijo. Esas cantidades operan en las entidades financieras sin que los ahorradores vean remuneración alguna. De hecho, los principales actores de la banca tradicional que operan en Euskadi, como Kutxabank, BBVA, Santander o Laboral Kutxa siguen sin abonar los intereses generados por los euros depositados por sus clientes.

El importe de las cuentas de ciudadanos, empresas y administraciones vascas asciende a 97.194 millones de euros

Fuentes de uno de los bancos con mayor cuota de mercado en el País Vasco han confirmado a EL CORREO que «es cuestión de semanas que se den los primeros movimientos». Y es que, explican, el nuevo escenario de tipos empieza a evidenciar la «normalización del negocio bancario» y reconocen, además, que «nosotros ya estamos recibiendo intereses por el dinero que tenemos en depósito en el Banco Central Europeo».

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Los analistas de los mercados financieros señalan que es una cuestión de competitividad: «en cuanto uno de los grandes bancos dé el primer paso, se habrá abierto la veda». De hecho, indican, empresas con un importante flujo de caja y clientes particulares con mucho dinero están recibiendo ya retribuciones como «un movimiento defensivo de los bancos para retener a esos clientes».

Solo excepciones

Hasta ahora, con las únicas excepciones de Bankinter -con una remuneración del 5% sobre los primeros 5.000 euros de la cuenta corriente- y de Banco Sabadell (2% hasta 30.000 euros), solamente bancos digitales y pequeñas entidades financieras que buscan un hueco en el mercado están ofreciendo condiciones de este tipo. Es el caso de Openbank (2,58% hasta 5.000), MyInvestor (1,25% hasta 30.000) u Orange Bank (1% hasta 100.000).

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La suma total del dinero que hay en las cuentas corrientes del País Vasco ascendía en septiembre a 97.194 millones, según los últimos datos del Banco de España. Una cantidad que si fuera retribuida al 1% generaría unos abonos de 972 millones. En cambio, el impacto de la subida del euríbor al 3% sobre las 122.000 hipotecas variables que según en el INE hay en Euskadi estaría generando unos ingresos extraordinarios de 366 millones. Es el resultado de multiplicar los 3.000 euros de encarecimiento medio anual que se están dando en las pólizas con tipo variable.

Los bancos han sufrido desde la anterior crisis financiera de 2008 una profunda revisión de su modelo de negocio. Durante muchos años los tipos de interés han estado en cero o, incluso, en índices negativos. Se trata de un contexto que les ha obligado a modificar su esquema de trabajo puesto que prestar dinero ya no generaba ganancias en la devolución.

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En ese proceso la introducción de programas de recorte de gastos y cobro de comisiones ha sido una constante en los bancos. En los últimos cinco años, la plantilla de Kutxabank se ha reducido un 7,8% y se han cerrado el 23% de las 368 oficinas que tenía en Euskadi en 2017. Hoy, las sucursales que mantiene abiertas son 282. Laboral Kutxa ha mermado sus trabajadores en 156, también un 7,8%. Y en el caso del BBVA ha reducido su plantilla en España un 15%, casi 4.500 personas en los últimos años, especialmente tras el ERE acordado el pasado ejercicio que afectó 2.700 empleados.

Ahora, con una estructura de gastos ajustada, la apertura del grifo de los márgenes de intereses ha elevado el beneficio de las entidades financieras que se han incrementado en el tercer trimestre del año entre un 40% y un 50%. Según explica Ignacio de la Torre, director del departamento de estudios del banco de inversiones Arcano, más que un incremento de ganancias es la «normalización de un negocio que había estado en unas circunstancias atípicas».

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Esta realidad es la que impulsó al Gobierno central a pedir el 4,8% de las ganancias de los bancos en comisiones y margen de intereses en el impuesto a la banca aprobado este mes.

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