La política industrial de Euskadi en redes eléctricas

El pasado 9 de Mayo se celebró en Bilbao la jornada 'La política industrial de Euskadi en redes eléctricas', organizada por Energía y Sociedad y la Escuela de Ingeniería de Bilbao (UPV/EHU), en la que diferentes agentes del sector analizaron los retos a los que se tendrán que enfrentar las redes eléctricas en la transición energética hacia una economía baja en carbono.

La Transición Energética es una realidad, tanto es así que, la Comisión de Expertos, creada por el Gobierno con el objetivo de analizar las distintas alternativas para la transición energética en España, ya ha planteado diferentes escenarios energéticos teniendo en cuenta el obligado cumplimiento de los objetivos medioambientales. La Comisión ha establecido que, entre los principales retos a los que se enfrenta el sistema eléctrico, se encuentra el rediseño del funcionamiento del mercado eléctrico y la adecuada integración de los recursos distribuidos, en el que las redes juegan un papel clave.

Las redes eléctricas son un elemento fundamental en la transición energética, ya que de su modernización y digitalización depende el desarrollo de otros factores fundamentales en la descarbonización de la economía, como son: el crecimiento de la demanda eléctrica, el desarrollo de la generación distribuida o el incremento de las energías renovables. Pero, para dar respuesta a estas necesidades, es necesario una adaptación de las redes existentes de forma que se garantice su óptima operación en este nuevo contexto del sector eléctrico.

En el proceso de descarbonización en el que estamos inmersos, las redes son un elemento crítico y aglutinador de todos los agentes del sector eléctrico. Por eso, para alcanzar los objetivos establecidos en la transición energética es necesaria una regulación que permita la estabilidad en la gestión de las redes, el aseguramiento de una rentabilidad razonable que permita atraer a inversores para acometer las inversiones necesarias para su modernización, digitalización y automatización, así como un diseño eficiente de los peajes que permitan una correcta retribución y operación de las redes.

Del mismo modo, es necesario seguir fomentando el desarrollo de un tejido industrial que sea capaz de invertir en nuevos componentes innovadores (baterías para el almacenamiento de energía, transformadores inteligentes, sensores de red, etc.) que ayuden a que la red pueda prestar todos los servicios que, tanto operadores como consumidores, requieren.

Y es por ello que, nuestra industria, la industria vasca, se encuentra en una posición privilegiada para poder liderar esta transformación tecnológica a nivel mundial, siendo referente en el proceso de transformación y modernización que están sufriendo las redes eléctricas y articulándose como una oportunidad para las más de 100 empresas instaladas en nuestra geografía que se dedican a este ámbito. Además, la industria de Euskadi cuenta con el total apoyo del Gobierno Vasco para lograr esa posición de liderazgo, con iniciativas de colaboración público-privadas en donde, organismos como el EVE, los centros tecnológicos y las universidades, adoptan especial relevancia.

En resumen, queda de manifiesto que las redes eléctricas tienen que ser cada vez más modernas, digitales y automatizadas, a la vez que tienen que agrupar las necesidades de todos los agentes. Pero, para ello, se debe garantizar la inversión y su retribución en un momento que es crítico para la transformación del modelo energético. Transformación que, desde la industria de Euskadi, estamos en condición de poder liderar.