El magnesio de las latas de conservas y bebidas puede ser el nuevo chip que escasee en Europa

El magnesio resulta crítico para el funcionamiento de muchos sectores industriales, entre ellos el de automoción, pero también todo el alimentario, ya que es fundamental para la fabricación de latas de conservas o de refrescos. La voz de alarma saltó la semana pasada, cuando la patronal metalúrgica alemana WVM remitió una carta al Gobierno germano alertando de la gran reducción de la producción de magnesio aplicada por China -ha parado 35 de sus 50 fábricas y limitado a la mitad la producción del resto de plantas hasta final de año para rebajar su consumo energético-, por lo que el suministro europeo peligra. Estiman que las reservas europeas se agotarán a finales de noviembre. La canciller alemana saliente, Angela Merkel, ya trasladó esta preocupación en la reciente cumbre europea, según indicó 'Financial Times', instando a abrir conversaciones con las autoridades chinas.

El director general del centro tecnológico Azti y doctor en Químicas, Rogelio Pozo, explica a EL CORREO que lo que hace tan especial al magnesio es «su ductilidad, que permite moldear los metales como el acero o el aluminio sin que se rompan». A lo que hay que añadir su «ligereza y dureza»n que lo hacen muy versátil. De ahí su uso en automoción, electrónica o el sector de alimentos y bebidas, ya que el magnesio es vital para la producción de las latas. Por lo tanto, señala, «es un componente crítico» para muchos sectores.

Por ahora, ni en Euskadi ni en el conjunto de España hay constancia de una escasez inmediata de magnesio. ArcelorMittal confirma que en estos momentos produce con normalidad en el País Vasco, donde tiene una planta especializada en hoja de lata con destino a alimentación -la factoría de Etxebarri (Bizkaia)-, además de la acería de Sestao, en la que su producción va orientada a automoción.

A la patronal española de conservas de pescado Anfaco-Cecopesca tampoco le consta escasez aún, por lo que su preocupación actual es el alza del precio del magnesio, que se suma al de la energía y al de otras materias primas.

De hecho, a principios de año el precio de la tonelada de magnesio rondaba los 2.000 dólares y ahora ya supera ampliamente los 10.000.