Euskadi analiza bajadas de impuestos para afrontar la crisis del gas este invierno

La consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, presentó ayer en el Parlamento el segundo borrador de este plan de contigencia que ha enviado al Ejecutivo central para que este pueda incorporarlo en el documento definitivo que remitirá a Bruselas con los compromisos de España para reducir el consumo de gas.

En su comparecencia, Tapia reconoció que en las reuniones mantenidas con las diputaciones y Eudel -asociación de municipios vascos- se trasladó la necesidad de revisar la fiscalidad estudiando nuevas deducciones y bajadas de impuestos. La consejera confirmó que las diputaciones están trabajando para analizar la posibilidad de aprobar esos cambios tributarios. Hasta el momento, las medidas que han acometido las administraciones forales consisten en la deflactación del IRPF un 4% más que añadir al 1,5% de comienzos de año, y a moratorias en el pago de impuestos, así como exoneraciones en determinadas retenciones que suponen un ahorro fiscal para el contribuyente de 250 millones de euros.

En cuanto a nuevas ayudas, la responsable del área industrial del Gobierno vasco anunció también la disposición de disponer de más recursos para familias y sectores socialmente vulnerables. El discurso de Tapia no concretó mucho más el fondo de estas medidas, pero confirmó el giro que también desde Europa se viene dando y que recogió ayer el discurso de la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien defendió de forma vehemente en la Eurocámara la recaudación de 140.000 millones de euros mediante una tasa a las eléctricas para ayudar a los sectores más necesitados. Precisamente a estas fórmulas hizo referencia la consejera, para señalar que también deberán ser incluidas en la iniciativa vasca.

Y es que las ayudas son las únicas novedades de este segundo borrador del plan de contingencia de Euskadi, que en su última versión añadió un sexto anexo centrado en las demandas al Gobierno de Pedro Sánchez para que establezca ayudas a la industria electrointensiva. Medidas que pasan por recuperar el 'régimen de interrumpibilidad' y que suponen dar subvenciones a las empresas que estén dispuestas a parar y no utilizar energía en momentos de alta demanda. La consejera de Desarrollo Económico defendió que la aplicación de esta propuesta permitirá «reducir muchísimo» el consumo.

El documento fija una línea para financiar las auditorías que permitan establecer los puntos de mejora en el ahorro en empresas y pequeños municipios. Unos trabajos que se han iniciado de modo piloto en tres municipios: Tolosa en Gipuzkoa, Sondika en Bizkaia y Llodio en Álava. Se fomentará también la creación de comunidades energéticas en el sector industrial y en agrupaciones que afecten a varias explotaciones ganaderas y agrícolas.

La apuesta por las renovables, con la enumeración de los proyectos impulsados por el Gobierno vasco, forma otro capítulo de plan, así como todas las líneas de ayudas que el Gobierno tiene para la compra de coches eléctricos y la eficiencia energética de edificios, empresas y hogares. También se recoge un compendio de recomendaciones y buenas prácticas.

Desde la oposición, las principales críticas partieron de EH Bildu. El parlamentario Mikel Otero pidió medidas concretas inmediatas que permitan reducir el consumo e insistió en que hablar de la «necesidad de parques eólicos está bien, pero es de cara a futuro, es irrelevante para controlar el consumo ahora». Por ello reclamó contemplar medidas obligatorias a corto plazo, no solo recomendaciones.