Euskadi alcanza los 994.700 ocupados y reduce el paro al 7,13%

El dato, publicado hoy en la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), refuerza la percepción de solidez del mercado de trabajo en Euskadi en un contexto internacional adverso. Esta resistencia laboral se produce en paralelo a unas previsiones de crecimiento moderado: el Gobierno vasco estima que la economía autonómica avanzará en torno al 2% a lo largo de 2025, un ritmo menor que en ejercicios anteriores pero aún suficiente para sostener niveles de empleo históricamente elevados.

El número total de ocupados alcanzó los 994.700 en el segundo trimestre, consolidando un nivel elevado de empleo en Euskadi. Sin embargo, la caída interanual de 18.800 trabajadores refleja un primer ajuste tras varios trimestres de crecimiento sostenido. Esta variación negativa está ligada principalmente a la contracción del empleo industrial, afectado por la caída de la producción, y a una moderación de la actividad en el sector servicios, que acusa una menor demanda interna.

La tasa de paro en Euskadi, en cualquier caso, se mantiene como la segunda más baja del Estado, solo por detrás de Cantabria, que ha registrado un 7,1%. A nivel estatal, el desempleo ha descendido hasta el 10,29%, la cifra más baja desde 2008, gracias en buena medida al impulso del turismo y al dinamismo del sector servicios durante los meses de primavera.

La evolución del empleo en Euskadi durante el segundo trimestre no solo refleja estabilidad en las cifras globales, sino también cambios significativos en la calidad y estructura de la contratación. Según los datos publicados por el INE, el número de asalariados con contrato indefinido aumentó en 13.000 personas, mientras que los trabajadores con contrato temporal descendieron en 10.000. Esta tendencia consolida el avance hacia una mayor estabilidad laboral iniciado tras la reforma laboral de 2022.

Con estos ajustes, el total de asalariados en Euskadi se situó en 856.300 personas, de las cuales 689.700 (el 80,54%) tenían contrato indefinido y 166.600 (el 19,46%) eran temporales. Se trata de una de las tasas de contratación indefinida más altas del conjunto de España, reflejo de un mercado laboral menos dependiente de la estacionalidad.