Ucín destaca que Mondragón quiere «construir sociedades ricas y no personas ricas»

Ucín ha hecho un repaso en torno a las principales características del grupo Mondragón del que ha destacado que «es un modelo, creo que éxito, que se estudia en muchas escuelas de negocio del mundo». Principalmente se ha detenido en destacar los valores, como es el caso de «la solidaridad y la cooperación», que inspiran el funcionamiento de sus empresas, además de recordar que se rige por el principio de «una persona, un voto». Un modelo que, ha indicado, «genera una cultura de participación y de toma de decisiones en la mayor parte de las personas forman parte de las cooperativas».

El presidente del grupo ha recordado los mecanismos de solidaridad financiera que existen entre las cooperativas, «que nos han permitido sortear mejor las crisis». En la misma línea se ha referido al objetivo de las cooperativas de «desarrollar un capitalismo sostenible».

Ucín ha asegurado que las inversiones del grupo fuera del País Vasco «tratan de proteger y mejorar lo que hacemos aquí. Son inversiones que se han hecho para complementar la producción que hacen las cooperativas en Euskadi, para fabricar cosas que ya no son rentables aquí o para acercarnos a determinados mercados. Lo que siempre haremos -ha recalcado- será mantener los centros de decisión en Euskadi. Eso no está en duda».

También ha rechazado las críticas que reciben las cooperativas en torno a su privilegiada fiscalidad, ya que la normativa vasca les adjudica un tipo de gravamen en el Impuesto de Sociedades del 20%, frente al 24% que se aplica con carácter genera a las empresas. «No hacemos 'dumping' fiscal -ha señalado- para argumentar que las cooperativas tienen otras obligaciones, como es la creación de un fondo obligatorio al que tienen que destinar el 20% de sus beneficios». Ucín ha defendido que estos condicionantes compensan con creces las ventajas fiscales que pueden tener las cooperativas, para concluir que «si hay empresas que creen que están penalizadas frente a nosotros ya saben lo que tienen que hacer, convertirse en cooperativas».

Por último, Iñigo Ucín también ha lanzado un mensaje positivo sobre la reforma laboral aprobada recientemente, que afecta al grupo aunque de forma marginal, ya que algunas cooperativas son propietarias de empresas que conservan la estructura convencional de sociedades mercantiles. «Muy mala no debe ser -ha señalado en torno a la nueva legislación laboral- cuando los agentes implicados han sido capaces de alcanzar un acuerdo». En esta línea ha defendido que «no se puede sostener un país con una elevada eventualidad» en el empleo, al tiempo que ha remarcado que «también se necesita flexibilidad, porque es algo fundamental para que las empresas puedan adaptase a situaciones que cambian cada día».