Sánchez promete celeridad para los millonarios fondos del hidrógeno a los que aspira Euskadi

El jefe del Ejecutivo aseguró que de forma inmediata se van a lanzar convocatorias de ayudas. La primera, por importe de 500 millones de euros, para el desarrollo de la tecnología del hidrógeno y otra, dotada con 150 millones, para los primeros «proyectos pioneros en hidrógeno a escala comercial».

Sánchez se anticipó a las dudas que generan siempre los anuncios del Gobierno relacionados con los fondos europeos, para prometer que en este caso habrá celeridad en la convocatoria y adjudicación de las ayudas. Los antecedentes no son precisamente buenos, ya que el PERTE de automoción -también importante para Euskadi- se aprobó en el verano y aún no ha entrado en su etapa de maduración.

El PERTE es el marco legal diseñado por el Gobierno para repartir en este caso un total de 6.900 millones de euros, que se sumarán a otros 9.470 millones de inversión de empresas privadas, en iniciativas que estén relacionadas con la generación renovable, el almacenamiento de electricidad y la industria del hidrógeno verde. Esto es, del hidrógeno utilizado como materia prima pero que se obtiene a partir de electricidad renovable y, por tanto, no contaminante. A partir de ahora, las empresas tendrán que concretar los proyectos que ya han esbozado algunas compañías privadas en el País Vasco y presentarlos al Ministerio de Transición Ecológica, que será el encargado de gestionar las ayudas.

Pedro Sánchez insistió ayer en el carácter estratégico de este plan, con el que España, apuntó, quiere colocarse en una posición de liderazgo tecnológico en Europa. «Queremos ahorrar 67.000 millones de euros en combustibles importados, reindustrializar nuestro país y con las características de que buena parte de los empleos van a ser locales», dijo el presidente del Gobierno tras recalcar que «tenemos una apuesta decidida por las energías renovables». La inversión de los 16.370 millones públicos y privados que están ligados a estas tecnologías renovables va a generar, según las estimaciones realizadas por el propio Ejecutivo, unos 280.000 puestos de trabajo.

En el caso del País Vasco la trascendencia de este plan va incluso más allá de las iniciativas de desarrollo de la tecnología del hidrógeno, con la fabricación de electrolizadores que pondrá en marcha la ingeniería Sener -también en este caso junto a Petronor-, al abrirse un mundo ligado a sus aplicaciones. En este ámbito, Sánchez destacó que el hidrógeno debe ser una oportunidad para descarbonizar la industria siderúrgica, que tiene también un peso importante en la economía vasca. «Queremos demostrar que se pueden conseguir sectores de cero emisiones y que ello se consiga con tecnología española», dijo el presidente para recalcar que este PERTE tiene un carácter industrial.

«Vamos a seleccionar los mejores proyectos en base a criterios como su innovación, su impacto territorial, la generación de empleo y también su impacto territorial», agregó el jefe del Gobierno.

Por su parte, Iberdrola se congratuló también de la puesta en marcha de este plan financiado con los fondos del programa 'Next Generation', para indicar que tiene un buen número de iniciativas que encajan en su propósito. La eléctrica señaló que cuenta ya con acuerdos con 150 empresas para desarrollar diferentes proyectos de energía renovable y también en el campo del hidrógeno. En este caso, por desgracia para la industria vasca, la ubicación de una factoría dedicada a construir electrolizadores, en alianza con la firma norteamericana Cummins, se realizará en Guadalajara.