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¿Fantasía o una próxima realidad?

Domingo, 12 de noviembre 2017, 03:16

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El hijo del Concorde: destinado a acortar los largos vuelos transoceánicos de los ejecutivos de éxito, el Aerion AS2 es una revisión del Concorde cuarenta años después. Esta propuesta de Flexjet, que desarrolla en colaboración con Airbus, tiene posibilidades de hacerse realidad, aunque no surcará los cielos antes de 2021, en el mejor de los casos.

R.C.
El hijo del Concorde: destinado a acortar los largos vuelos transoceánicos de los ejecutivos de éxito, el Aerion AS2 es una revisión del Concorde cuarenta años después. Esta propuesta de Flexjet, que desarrolla en colaboración con Airbus, tiene posibilidades de hacerse realidad, aunque no surcará los cielos antes de 2021, en el mejor de los casos.
El hijo del Concorde: destinado a acortar los largos vuelos transoceánicos de los ejecutivos de éxito, el Aerion AS2 es una revisión del Concorde cuarenta años después. Esta propuesta de Flexjet, que desarrolla en colaboración con Airbus, tiene posibilidades de hacerse realidad, aunque no surcará los cielos antes de 2021, en el mejor de los casos.

La manta voladora: Stephen Chang se ha inspirado en las rayas o mantas marinas para este diseño de aeronave de carga que difumina fuselaje y alas en un único elemento, en el que integra también sus dos motores. El concepto, más artístico que técnico, marca un hipotético camino hacia un futuro de la aeronáutica que se antoja aún muy lejano.

R.C.
La manta voladora: Stephen Chang se ha inspirado en las rayas o mantas marinas para este diseño de aeronave de carga que difumina fuselaje y alas en un único elemento, en el que integra también sus dos motores. El concepto, más artístico que técnico, marca un hipotético camino hacia un futuro de la aeronáutica que se antoja aún muy lejano.
La manta voladora: Stephen Chang se ha inspirado en las rayas o mantas marinas para este diseño de aeronave de carga que difumina fuselaje y alas en un único elemento, en el que integra también sus dos motores. El concepto, más artístico que técnico, marca un hipotético camino hacia un futuro de la aeronáutica que se antoja aún muy lejano.

La ballena de los cielos: el diseñador español Óscar Viñals propone con Sky Whale una enorme aeronave comercial que acomoda a 755 pasajeros en sus tres cubiertas; la última, de lujo, con inmensos ventanales cenitales. Con una envergadura de 88 metros, la parte superior de las alas articulables alberga paneles solares para alimentar sus motores eléctricos.

R.C.
La ballena de los cielos: el diseñador español Óscar Viñals propone con Sky Whale una enorme aeronave comercial que acomoda a 755 pasajeros en sus tres cubiertas; la última, de lujo, con inmensos ventanales cenitales. Con una envergadura de 88 metros, la parte superior de las alas articulables alberga paneles solares para alimentar sus motores eléctricos.
La ballena de los cielos: el diseñador español Óscar Viñals propone con Sky Whale una enorme aeronave comercial que acomoda a 755 pasajeros en sus tres cubiertas; la última, de lujo, con inmensos ventanales cenitales. Con una envergadura de 88 metros, la parte superior de las alas articulables alberga paneles solares para alimentar sus motores eléctricos.

El águila del progreso: un gigante de 80 metros de longitud, 96 de envergadura, tres cubiertas para alojar a 800 pasajeros... Todos los números son grandes en el AWWA-QC Progress Eagle, que pretende hacerse realidad en los próximos veinte años. El diseño incluye seis motores de hidrógeno y un enorme rotor de cola con el empuje necesario para despegar, que se apagará al alcanzar la altura de crucero para pasar entonces a actuar como un molino eólico. La electricidad así generada se sumaría a la aportada por los paneles solares instalados en las alas para alimentar sus propulsores, de cero emisiones.

R.C.
El águila del progreso: un gigante de 80 metros de longitud, 96 de envergadura, tres cubiertas para alojar a 800 pasajeros... Todos los números son grandes en el AWWA-QC Progress Eagle, que pretende hacerse realidad en los próximos veinte años. El diseño incluye seis motores de hidrógeno y un enorme rotor de cola con el empuje necesario para despegar, que se apagará al alcanzar la altura de crucero para pasar entonces a actuar como un molino eólico. La electricidad así generada se sumaría a la aportada por los paneles solares instalados en las alas para alimentar sus propulsores, de cero emisiones.
El águila del progreso: un gigante de 80 metros de longitud, 96 de envergadura, tres cubiertas para alojar a 800 pasajeros... Todos los números son grandes en el AWWA-QC Progress Eagle, que pretende hacerse realidad en los próximos veinte años. El diseño incluye seis motores de hidrógeno y un enorme rotor de cola con el empuje necesario para despegar, que se apagará al alcanzar la altura de crucero para pasar entonces a actuar como un molino eólico. La electricidad así generada se sumaría a la aportada por los paneles solares instalados en las alas para alimentar sus propulsores, de cero emisiones.

El avión por un lado y el fuselaje por otro: un ala voladora que integra cabina, motores y depósitos de combustible, bajo la cual se fijan hasta tres contenedores estándar para pasajeros o carga. Es el proyecto Clip-Air del École Polytechnique Fédérale de Lausanne para revolucionar el transporte aéreo.

R.C.
El avión por un lado y el fuselaje por otro: un ala voladora que integra cabina, motores y depósitos de combustible, bajo la cual se fijan hasta tres contenedores estándar para pasajeros o carga. Es el proyecto Clip-Air del École Polytechnique Fédérale de Lausanne para revolucionar el transporte aéreo.
El avión por un lado y el fuselaje por otro: un ala voladora que integra cabina, motores y depósitos de combustible, bajo la cual se fijan hasta tres contenedores estándar para pasajeros o carga. Es el proyecto Clip-Air del École Polytechnique Fédérale de Lausanne para revolucionar el transporte aéreo.

Un fuselaje mucho más ancho: desarrollado para la NASA por un equipo del prestigioso MIT, el D8 'double bubble' parece un avión tradicional en el que el fuselaje se ha ensanchado al doble de lo habitual. El diseño mejora el volumen de carga y el empuje vertical y reduce el rozamiento y el peso.

R.C.
Un fuselaje mucho más ancho: desarrollado para la NASA por un equipo del prestigioso MIT, el D8 'double bubble' parece un avión tradicional en el que el fuselaje se ha ensanchado al doble de lo habitual. El diseño mejora el volumen de carga y el empuje vertical y reduce el rozamiento y el peso.
Un fuselaje mucho más ancho: desarrollado para la NASA por un equipo del prestigioso MIT, el D8 'double bubble' parece un avión tradicional en el que el fuselaje se ha ensanchado al doble de lo habitual. El diseño mejora el volumen de carga y el empuje vertical y reduce el rozamiento y el peso.

Vuelve el zeppelin: un dirigible rígido cargado de helio y de alta tecnología. Será el mayor ingenio volador, capaz de albergar un hotel de lujo para 180 pasajeros o, gracias a su capacidad de detenerse en el aire, transportar pesadas cargas a cualquier lugar. Aeroscraft, de Worldwide Aeros Corporation, se encuentra en fase de pruebas.

R.C.
Vuelve el zeppelin: un dirigible rígido cargado de helio y de alta tecnología. Será el mayor ingenio volador, capaz de albergar un hotel de lujo para 180 pasajeros o, gracias a su capacidad de detenerse en el aire, transportar pesadas cargas a cualquier lugar. Aeroscraft, de Worldwide Aeros Corporation, se encuentra en fase de pruebas.
Vuelve el zeppelin: un dirigible rígido cargado de helio y de alta tecnología. Será el mayor ingenio volador, capaz de albergar un hotel de lujo para 180 pasajeros o, gracias a su capacidad de detenerse en el aire, transportar pesadas cargas a cualquier lugar. Aeroscraft, de Worldwide Aeros Corporation, se encuentra en fase de pruebas.

Entre el avión convencional y el ala volante: a medio camino entre el tradicional diseño de tubo y el ala volante, la fusión del fuselaje con las alas, que integran las turbinas en su parte inferior, mejora la aerodinámica de esta propuesta para transportar carga de Lockheed Martin.

R.C.
Entre el avión convencional y el ala volante: a medio camino entre el tradicional diseño de tubo y el ala volante, la fusión del fuselaje con las alas, que integran las turbinas en su parte inferior, mejora la aerodinámica de esta propuesta para transportar carga de Lockheed Martin.
Entre el avión convencional y el ala volante: a medio camino entre el tradicional diseño de tubo y el ala volante, la fusión del fuselaje con las alas, que integran las turbinas en su parte inferior, mejora la aerodinámica de esta propuesta para transportar carga de Lockheed Martin.
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