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Algunos sectores de la industria vasca han comenzado a dar síntomas de cierto debilitamiento. E. C.

Las empresas vascas auguran un buen cierre de año pese a la incertidumbre económica

Las compañías se ven capaces de controlar las subidas de precios y de los intereses, pero consideran clave que la situación no se prolongue en 2024

Domingo, 3 de septiembre 2023, 00:47

Síntomas contradictorios como una situación muy sólida del empleo en Euskadi con casi un millón de afiliados a la Seguridad Social, o unos ratios de ... morosidad que en incluso bajan en el primer semestre del año -un 1,4% en Kutxabank o un 2,3% en Laboral Kutxa-. Pero también con unas exportaciones que firmaron el peor trimestre desde la pandemia entre abril y junio, con un descenso del 13% y una facturación industrial que lleva ya tres meses de retroceso en el País Vasco.

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Es el escenario con que las empresas afrontan la parte final del año, con la «incertidumbre» como término ya fijo en todos los análisis, pero también con un mensaje de cierta confianza en su capacidad para torear tiempos adversos. «Está complicado, habrá que ver cómo evolucionan los precios y los tipos de interés, pero el empresariado vasco sabrá gestionar el cierre del ejercicio», explica a EL CORREO desde el Círculo de Empresarios Vascos su director, Enrique Portocarrero. La clave, señalan todos los analistas, es la liquidez que asiste a las empresas, un colchón con el que afrontar una subida de intereses que encarece la financiación y que ayuda a aguantar la caída de algunos pedidos que vienen de Europa. Pero a la vez surge una duda, un ¿hasta cuándo se podrá aguantar este escenario si se prolonga en 2024?

La sensación de inercia, como explica el propietario de una metalurgia vasca que trabaja para la automoción y la aeronáutica, «está ayudando este año, que no se cerrará mal». Una visión a corto plazo que también comparte el responsable de industria del sindicato ELA, Peio Igeregi, cuando señala que «la carga de trabajo actualmente es muy alta y sin previsión de caída».

Inversión

Los créditos a la empresa de más de un millón de euros se frenaron en el primer semestre

Una situación sobre la que sí empiezan a aparecer dificultades es la subida de tipos de interés y su impacto en la financiación de las empresas. El departamento de Estudios Económicos de Laboral Kutxa reconocía en su último análisis de julio que se ha detectado un frenazo en la concesión de préstamos por encima del millón de euros. Sí hay flujo por debajo, para el circulante, pero la decisión sobre las inversiones se pospone. En este punto, Igeregi alerta de que las inversiones necesarias a largo plazo para transformar la industria «no se hacen y puede crear una crisis por no haber hecho los deberes».

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El catedrático de la Universidad de Deusto, Joseba Madariaga, reconoce señales inequívocas de «debilitamiento industrial», lo que seguirá notándose en las exportaciones vascas como reconocía en julio el propio consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu. Las ventas al exterior son clave para la industria vasca, que representa cerca de un 24% de su PIB y que centra en países como Alemania, Francia y Reino Unido el grueso de sus exportaciones. Son precisamente el motor económico de una Europa que atraviesa un frenazo que se refleja en el PMI de la zona euro. El índice que mide las compras de las empresas se encuentra desde abril por debajo de 50 puntos, en zona de contracción, y registró en agosto el dato más bajo del año con 43,7 puntos.

Empleo y ahorro

El empleo y la liquidez siguen aguantando en la mayoría de las empresas, la duda es hasta cuándo

Es una situación de crisis «asimétrica», como explica Portocarrero desde el Círculo de Empresarios Vascos, porque si bien Europa sufre una desaceleración que le ha llevado a la recesión técnica, hay otras áreas que están en expansión, como «determinados mercados asiáticos o Estados Unidos», que cuenta con una inyección de 350.000 millones en la ley contra la inflación y que desarrolla las renovables.

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Un contexto en el que se hace estratégico tener una buena diversificación en las ventas. Así, compañías vascas muy internacionalizadas como Ingeteam esperan duplicar en el país gobernado por Joe Biden sus pedidos para la elaboración de generadores para molinos eólicos.

Tubacex, una de las empresas vascas con más presencia en el extranjero es también ejemplo de esta situación. La tubera alavesa que cotiza en Bolsa cuenta para este año con un cierre que mejorará los resultados del pasado ejercicio, tal y como reconoce su consejero delegado, José Esmorís, en una carta a los accionistas explicando las cuentas del primer semestre. Gracias a mercados como Oriente Medio o Noruega con el gas; así como Brasil para la extracción de petróleo, ha elevado su cartera de pedidos a cifras récord con 1.600 millones de euros.

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Otro de los gigantes multinacionales vascos, Gestamp, vive también un año sin precedentes en la automoción gracias a su posicionamiento en mercados como el americano o el indio y a su adaptación al coche eléctrico. En el primer semestre disparó sus beneficios un 39% con 162 millones y prevé un año también con mejores cifras que las del pasado. CIE Automotive, también en la automoción, cerró el primer semestre con un beneficio de 178 millones, un 11,2% más. Además, su consejero delegado, José María Herrera, se refirió a los datos como «magníficos y que permiten aventurar que 2023 será otro año lleno de buenas noticias».

Problemas en la pyme

Pero la 'asimetría' no solo hace referencia a los mercados. El agua no corre igual en todos los sectores ni para las empresas de cualquier tamaño. Así, las expectativas de las pymes manufactureras vascas son bien distintas a las de los gigantes empresariales. Los márgenes se reducen y los fantasmas del precio no se marchan. Solamente el acero ha subido de 1,8 euros el kilo en febrero a 2,8 euros en agosto.

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El Gobierno vasco mantiene un mensaje positivo y da por superado el bache, su pronóstico es que la línea del crecimiento del PIB cambie esa leve inclinación para remontar con fuerza en otoño hasta el punto incluso de tener que revisar al alza las previsiones, actualmente fijadas en el 1,6%. Esa estimación es confirmada también por la patronal vasca, Confebask, que calcula un crecimiento del PIB de Euskadi del 1,5% y que comparte con el Ejecutivo vasco las previsiones de creación de empleo de 10.000 contratos más en el conjunto del año.

Además, en el primer semestre más de la mitad de los trabajadores vascos, tenían su convenio renovado. Todo un récord que señala el dirigente de ELA Peio Igeregi al recordar que la mayor parte de la industria está en esa situación. En otoño, queda la Administración, los servicios sociales y residencias o educación.

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