La caída de la demanda reduce un 10% el beneficio de Vidrala

Entre enero y junio, la cifra de negocio se redujo un 9,7%, hasta los 750,1 millones de euros. En términos comparables y a divisa constante, el retroceso fue del 6,7%. El resultado operativo bruto (Ebitda) alcanzó los 216,1 millones, un 4% menos que un año antes, aunque sin variación en términos orgánicos. Ese esfuerzo por contener costes y reordenar su estructura industrial permitió compensar en parte el frenazo en la demanda.

En paralelo, Vidrala logró recortar a la mitad su deuda, que al cierre del semestre se situaba en 214,8 millones de euros, lo que equivale a un ratio de apalancamiento de solo 0,5 veces el Ebitda. Según la compañía, este nivel refleja un endeudamiento controlado, incluso tras incorporar el impacto de recientes operaciones corporativas.

A pesar del complejo contexto macroeconómico, la firma presidida por Carlos Delclaux mantiene sus previsiones para todo el ejercicio. Aspira a cerrar el año con un Ebitda de 450 millones y una generación sostenida de caja cercana a los 200 millones de euros, salvo desviaciones ligadas principalmente a la evolución de los tipos de cambio.

Por áreas geográficas, la Península Ibérica sigue siendo el principal mercado del grupo, con un 49% de las ventas. Reino Unido e Irlanda aportan un 37,4%, mientras que el resto procede de Brasil. En todos estos territorios, Vidrala cuenta con instalaciones propias. La fragilidad y volumen de los envases de vidrio hacen necesario fabricar cerca de los centros de consumo para contener los costes logísticos.