Bizkaia recauda un 19,7% menos hasta julio

En base a la evolución económica el el primer semestre del año se estimó que el descenso conjunto de los ingresos fiscales vascos en el ejercicio 2020 rondará el 20% supondrían una pérdida de unos 3.100 millones de euros para el conjunto del año. Esto supone todo un reto para las cuentas públicas vascas, acostumbradas a en los últimos años a tener superavits recaudatorios. Si se confirma esta tendencia el Gobierno vasco podría ver reducida su capacidad presupuestaria en unos 2.200 millones.

El descenso registrado en de Bizkaia hasta el mes de julio es similar al anunciado ayer por la Diputación de Gipuzkoa, que contabilizó unos ingresos de 2.287,2 millones, con una bajada del 19,9%. Los datos de la Hacienda de Álava se darán a conocer mañana viernes, pero todo apunta a que irán en la misma línea.

La caída de la recaudación responde a un doble fenómeno: a los efectos perniciosos del Covid-19 en la economía y por los mecanismos extraordinarios puestos en marcha por las Diputaciones para mitigar los efectos de la crisis en particulares y empresas.

Así la Diputación de Bizkaia especifica que este año de forma excepcional «se ha atrasado los plazos de pago de impuestos como el IRPF, Patrimonio y Sociedades, se ha suspendido el pago de las retenciones de trabajadores autónomos y se han establecido deducciones extraordinarias». Estas medidas indican que están ayudando a «mejorar la liquidez de los contribuyentes del territorio, especialmente microempresas, pymes y trabajadores autónomos y prevenir un impacto económico mayor sobre los sectores más vulnerables de la economía». Por tanto, estos aplazamientos que castigan ahora más la recaudación, más adelante pasarán a ingresos.

En Bizkaia los ingresos obtenidos a través de la imposición directa -aquella que estipula el pago proporciona en función de los ingresos o rendimientos de los contribuyentes- ascendió a 2.133,8 millones de euros, con una reducción del 19,1% respecto a julio de 2019.

La principal figura impositiva directa, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) contabiliza una caída de ingresos de un 13,2% a pesar de que las retenciones de trabajo (que suponen un termómetro sobre el estado del empleo) ha evolucionado bien, con un alza del 0,9%, hasta los 1.803,4 millones de euros. También aumentan las retenciones de ganancias patrimoniales, en un 89,2%

En IRPF es preciso señalar que el ingreso de las declaraciones positivas de la Campaña de la Renta 2019 se ha demorado hasta el 30 de septiembre (el año pasdo en julio se ingrssó por esta vía 220,4 millones). Así mismo, la suspensión de los pagos fraccionados de IRPF de los trabajadores autónomos hace que estos caigan un 30,8%, aportando 20,2 millones de euros menos.

Lo mismo ocurre con el Impuesto sobre Patrimonio, cuyo pago se ha fijado para el 30 de septiembre, de modo de modo que en lo que va de año únicamente se han recaudado 1,8 millones de euros, frente a los 76,6 millones que ya se habían obtenido en julio de 2019.

En cuanto al Impuesto sobre Sociedades, en los siete primeros meses del año aporta 482 millones de euros a la recaudación, 183,6 millones menos que hace un año. También en este impuesto se debe tener en cuenta que la campaña no ha finalizado para todos los contribuyentes, ya que se ha ampliado hasta el 25 de noviembre para microempresas y pequeñas empresas que se hayan acogido a la ampliación del plazo para formular cuentas. Así mismo, se ha establecido una deducción extraordinaria de la cuota efectiva de este impuesto con las condiciones establecidas en el Decreto Foral Normativo 4/2020, de 5 de mayo.

En la Imposición Indirecta -aquellos impuestos que pagan por igual todos los ciudadanos sea cual sea su nivel de renta- ascendió en julio a 1.683,3 millones, con otra bajada del 18%.

Así el IVA de gestión propia aportó 1.400,6 millones, con que decrece un 18,1%; y los Impuestos Especiales de Hidrocarburos cayeron un 15,3% hasta los 407,5 millones. Y finalmente por tasas y otros ingresos se contabilizaron 23,2 millones de euros