Muy prudentes se mostraron los responsables de Aston Martin durante las primeras vueltas que el nuevo AMR24 completó al asfalto de Silverstone el lunes por ... la mañana. Tras haberlo contemplado rodando in situ Gary Anderson afirmaba que el monoplaza verde tenía un comportamiento distintivo, esa sensación que provocan las obras de ingeniería bien hechas, y el Sr. Anderson sabe de qué habla porque durante décadas se sentó en el muro de las mejores escuderías de Fórmula 1 como diseñador de algunos de los coches más competitivos del Gran Circo.
Publicidad
Los técnicos que han alumbrado el Aston Martin lo presentan como una evolución, más veloz en recta y con mejor paso por curva rápida que su predecesor. El bólido estrena morro, repite suspensión delantera y monta un nuevo esquema en la trasera. Toma buena nota de los puntos fuertes del Red Bull y el Mercedes de 2023 y quizá por ello los responsables de la escudería no ocultan que se sienten capaces de perseguir a los Red Bull con armas tan temibles como puedan serlo las de Ferrari, McLaren o la misma Mercedes que les suministra motor y eje trasero.
Mientras Anderson analizaba desde el arcén el comportamiento del coche en manos de Stroll era Fernando Alonso quien charlaba distendido con los informadores. Escuchándole resulta evidente que se considera en el epicentro del mercado de pilotos una vez contratado Hamilton por parte de Ferrari. Sabe el ovetense que es el favorito para sentarse en el Mercedes de 2025 y al día de hoy tan sólo un piloto de la cantera de la estrella parece interponerse en su hoja de ruta. El susodicho responde al nombre de Andrea Kimi Antonelli, un imberbe del que dicen es tan bueno como Max Verstappen a su edad. Totto Wolf ya cometió el error de dejar escapar al diamante holandés años atrás y no quiere repetir semejante error, por eso va a ascender a esta nueva promesa a la F-2 este mismo año.
En un principio estaba previsto que a medio plazo debutase en la categoría reina al volante de un Williams para foguearse antes de compartir garaje con George Russell, pero la espantada de Hamilton puede acortar los plazos. Si este chaval italiano brilla en la Fórmula 2 debutaría ya en Mercedes dentro de un año, pero si está verde para semejante desafío será Fernando Alonso quien herede el volante de Hamilton. El británico miraba ayer de reojo lo que sucedía en Maranello, donde la Scuderia presentó el SF-24 en sociedad. Para sorpresa generalizada el nuevo monoplaza del Cavallino ha emprendido un camino divergente con los planteamientos técnicos liderados por Adrian Newey en sus Red Bull con efecto suelo, un mantra asumido hasta ahora por todos sus rivales. Según Newey esta generación de coches exige una armonía de trabajo absoluta entre el fondo plano y la suspensión trasera, y para ello es imprescindible montar un esquema de compresión denominado pushrod. Sin embargo Ferrari ha montado en el SF24 el sistema contrario, en el que la suspensión trasera se expande al comprimirse las ruedas. Técnicamente se denomina pullrod y en la era que vive la F-1 es un camino inexplorado, un órdago que puede conducirles al éxito absoluto o mantener en la intrascendencia esta temporada de transición que afrontan los de Maranello.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión