El Gernika coge oxígeno

El Gernika afrontaba un duelo determinante por la permanencia. Llegaba a este choque en la última posición y se medía al penúltimo clasificado. Hacerse con la victoria era prácticamente obligatorio para comenzar a salir del túnel y levantarse de esta mala dinámica cuanto antes. Así lo hizo. Se impuso por 2-1 al Izarra en un duelo muy igualado en la que es su primera victoria de esta temporada en Urbieta, que les vale para coger algo de oxígeno. De este modo, los blanquinegros ya no portan el farolillo rojo. Escalan dos plazas y ahora están a dos puntos de salir de los puestos de descenso.

El conjunto de Aitor Larrazabal siguió la misma tónica que en jornadas anteriores. Un equipo que siempre trata de sacar el balón jugado desde atrás, pero que sufre desconexiones que pagan caro. De este modo, durante los primeros compases, fueron los gernikarras los que ejercieron el control del juego, pero no atravesaban la muralla del Izarra, construida con dos líneas muy juntas. El cuadro navarro se valió de la potencia y físico de Madariaga en sus ataques. El único que provocó peligro y, sin lugar a dudas, uno de los más destacados del envite.

El delantero del Izarra dispuso de la primera ocasión clara del partido. Partió en fuera de juego, pero el colegiado no lo indicó así y acabó estrellando el balón en el poste. La tensión crecía entonces en el banquillo de los locales, que acto seguido también reclamaron un penalti sobre Giovanni Navarro. La primera acción destacable del Gernika llegó a los catorce minutos. Gorka Agirre hizo un brillante pase en profundidad a Gallastegi y su centro raso desde el lateral a punto estuvo de convertirse en un gol en propia de Aierdi, si no hubiese sido por una gran estirada de Sobrón.

El Gernika se adelantó a los 23 minutos en el cuarto córner que botó a su favor. Gorka Agirre colgó un centro al segundo palo, donde Salado cabeceó sin oposición al fondo de las mallas. Segundo tanto del sestaotarra en lo que va de temporada, tras anotar en el último partido frente al Tudelano. Poco le duró la alegría a los blanquinegros. Solo dos minutos después, el Izarra volvió a establecer el empate. Irigoyen realizó un brillante pase a la espalda de la defensa que aprovechó Madariaga para zafarse de Viorel con un control largo y rematar a portería vacía.

A partir de ese momento, el Izarra sometió a los gernikarras, a los que no se les salía nada. Aunque tampoco temieron por un tanto que diera la vuelta a la situación. Reaccionaron tras el paso por vestuarios y salieron enchufados en la segunda mitad. De hecho, le bastaron cinco minutos para volver a ponerse por delante. Fermín Sobrón regaló el balón a Bengoa en la frontal del área y este no lo desaprovechó. El partido se le puso más de cara a la escuadra blanquinegra con la expulsión de Campos en el minuto 68. Desde ahí, no pasó grandes aprietos y pudo darse la primera alegría ante su afición esta temporada. También vio la tarjeta roja Álex Iriondo ya en el tiempo de descuento.

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