Arkaitz Mota se sumerge en la aventura de Ecuador

Artaitz Mota se ha decantado por el Independiente del Valle de Ecuador tras un verano muy movido manejando varias vías para encauzar su futuro como 'scouting' mientras descansaba con su familia en el barrio bilbaíno de San Ignacio. Un trotamundos que sigue trazando de camino en cualquier continente. Ahora cruza el charco para asentarse en la ciudad de Sangolquí, aledaño a la capital, Quito, como su jefe de ojeadores en un club que fue campeón de la Conmebol Sudamericana 2019, subcampeón de la Copa Libertadores 2016, del Campeonato Ecuatoriano 2013. El denominado IDV es ahora mismo líder de la Primera ecuatoriana tras la disputa de las cuatro jornadas de Liga, con cuatro victorias, por delante de Emelec y Guayaquil City. «Es un proyecto muy atractivo, el club es como una familia y además un referente en Ecuador», señala a El Correo el propio Mota desde su destino en Sudamérica. «Tenía ganas de una nueva aventura, significa una nueva aventura para crecer», remata.

Arkaitz Mota, de 39 años, es un técnico con un currículum brillante. Ha trabajado para el Barça (2002-6), en Aspire Africa Fútbol Dreams (2007-8), Real Madrid (2008-14) y desde 2014 en el círculo de Aspire Kas Eupen, hasta ahora desde su último destino en Senegal, donde vivía las 24 horas para y con el fútbol como una pasión que paladea cada segundo. «Ya estoy dando vueltas por el país viendo chicos ecuatorianos para el primer equipo y para la formación», desliza el pizpireto 'scouting' bilbaíno, deseoso de ir trazando su hoja de ruta en el IDV. En Bizkaia, Mota había entrenado, en sus comienzos, en clubes como Romo, Getxo, SD Leioa y Urduliz, donde ascendió a Preferente antes de irse a Qatar y recorrer medio planeta en labores de captación y formación, compaginando la base como en la Primera División. Comenzó su andadura con la maleta con ruedas gracias al empuje de la Federación Vizcaína de Fútbol y a la Federación Vasca, por medio de una beca con la que desembarcó en la localidad francesa de Clairefontaine. Allí, los contactos nuevos le habilitaron para desembocar en la factoría de La Masía. Su director deportivo, Josep Colomer se fue a Aspire, a Qatar, y le captó a renglón seguido para insertarse en el apasionante proyecto de Fútbol Dreams.

En Senegal se había asentado los tres últimos años en Saly, cerca de Dakar, después de su paso por el Eupen de Bélgica, además de la Academia de Fútbol Dreams, donde formaba a los jugadores de África antes de su salto definitivo a Europa. Por sus manos han pasado las últimas generaciones de proyectos de jugadores nacidos desde 2002 a 2005 en su desempeño de descubrir talentos en todo el mapa de África. Futbolistas en formación procedentes de Costa de Marfil, Malí, Gambia, Nigeria y Camerún. Tras cinco años en el Barça y en África desde 2007, Independiente del Valle, Ecuador en general, supone un nuevo reto en América para Arkaitz Mota, otro concepto de fútbol profesional en un país por explotar, encajonado entre el fútbol de Colombia y Perú, que busca catapultarse en el panorama internacional.

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