«Incoherencias» en las cantidades que figuran en las nóminas y en los contratos

Los inspectores analizan posteriormente la situación de cada empleado y aseguran que en el examen de la documentación remitida por la entidad se constata la existencia de «irregularidades, cantidades abonadas que difieren a las cantidades declaradas como base de cotización». Es llamativo el caso de un futbolista que pasa de percibir un salario mensual de 700 euros que se redujo después a 350 y a 175. Sin embargo, percibió dietas que oscilaron entre los 1.100 y los 1.400 euros. Con otro jugador gualdinegro ocurre algo similar. Su nómina era baja y sin embargo recibía transferencias bancarias por un importe de 2.500 euros.

En enero de 2019, Trabajo avisó al Barakaldo de las anomalías detectadas en el documento que le había enviado con los contratos y los sueldos. La entidad fabril, según consta en el informe de los inspectores, le respondió que «después de poner patas arriba el club no hemos encontrado más contratos de las dos primeras temporadas». Un mes después, los inspectores les indican que han revisado algunos contratos firmados por los futbolistas en los que se establecen salarios superiores a los que aparecen en las nóminas. Incluso hay casos de jugadores por los que el Barakaldo cotizó a pesar de no haber sido dados de alta.