El Buesa Arena da cancha al pelotón de la Itzulia

Será el escenario de partida de una contrarreloj de 18,7 kilómetros prácticamente llanos. Ulibarri, Lubiano, Junguitu, Ilarraza y Elorriaga verán pasar de uno en uno a varios de los mejores ciclistas del pelotón internacional. El repecho de Arzubiaga, etiquetado como puerto de tercera, resalta en un trazado plano con final en el Paseo de la Biosfera de Salburua. «Marcará unas primeras diferencias. 15, 20 o 30 segundos», atisba la organización.

La carrera se abrirá paso entre las torres del recinto de Zurbano el próximo 7 de abril. El día anterior, el pabellón albergará el partido entre el Baskonia y el Girona (17.00 horas) y acto seguido se producirá la presentación de equipos. Otra novedad. «Será una imagen original y diferente a lo que estamos acostumbrados», presumió ayer el director de marketing del grupo, Roberto Polanco. El broche llegará el día 12 en Eibar. De nuevo con un final en sus calles tras coronar siete puertos. Entre medias, habrá un más que posible sprint en Lodosa, otras siete ascensiones para llegar tanto a Beasain como a Markina y un final en Gernika diseñado por Pello Bilbao. Un menú de lo más completo.

La carta repite el mismo esquema que el año pasado. Contrarreloj el primer día y el resto finales planos o cuesta abajo. Sin ningún final en alto. «No es por tema logístico. Tenemos que ofrecer a las sedes lo que nos piden. Ya recorremos muchos puertos a lo largo de los recorridos, así la organización ha optado por mantener el modelo», defendieron ayer los organizadores en la presentación del recorrido. A cambio, se refuerza la esencia vasca. Carreteras estrechas, trampas y subidas empinadas. Hasta 27 puntuables. Más que nunca desde 2016. Cinco más que el año pasado. La mayoría, concentradas en tres jornadas hechas para la batalla.

A priori, no lo será la segunda, que unirá Pamplona con Lodosa. La etapa más larga y más llana. Un recorrido que solo incluye una subida y concluye con un circuito final en la ribera del Ebro. «Habrá que ver si hay viento», expresó Amarika como única opción de romper un sprint masivo.

La general volverá a cambiar en la tercera jornada entre Zarautz y Beasain, con un recorrido repleto de subidas (siete puertos y 4.037 metros de desnivel acumulado) y con una trampa final. Lazkaomendi: 1 kilómetro a más del 10%, con tramo al 18%. Antes subirán Gainza, por Zaldibia y sus rampas del 20%.

La cuarta, entre Beasain y Markina, tendrá más kilómetros y otros siete ascensiones puntuables. Los primeros por el interior de Bizkaia hasta encaminarse a Arrate por la vertiente de Matsaria, la que arranca desde el polígono donde estuvo la vieja fábrica de Orbea. Una pared de asfalto y cemento de más de 3 kilómetros a casi el 12%. Se bajará por la carretera de la subida tradicional y se acabará en el centro del municipio.

El penúltimo día, entre Orduña y Gernika, recorrerá la primera parte de la primera etapa del Tour de 2023 y se añade un final con picante propuesto por Pello Bilbao. Pese a que no será una subida puntuable, se coronará Zallobante a 16 kilómetros de meta. El ciclista del Bahrein sueña con ganar a las puertas de su casa y delante de la gente, que volverá a recibir a la ronda 26 años después.

Puede ser uno de los candidatos también a la general, que se decidirá en Eibar. Inicio y final clásico. Se sube Arrate por las otras dos vertientes restantes, pero vuelve a terminarse en la calle Toribio Etxebarria de la ciudad armera. Un calco de los dos últimos años. Elkorrieta, Azurki, Krablein, Trabakua, Karabieta, Ixua y de nuevo Trabakua.

Vitoria se ha convertido en un lugar fijo de la Itzulia. Por cuarto año seguido, tiene un punto de partida. En realidad, no falta en el recorrido desde 2011, pero como final de etapa no lo hacía desde 2015. Una década. Contador, Valverde o Purito eran los ídolos por aquel entonces. Ahora lo son otros como Enric Mas (Movistar), Carlos Rodríguez (Ineos) o Pello Bilbao (Bahrein) candidatos a recoger el testigo de Juan Ayuso (UAE), enfocado en el Giro de Italia al igual que Mikel Landa. Todos los caminos llevan a Roma, pero los de Euskadi son más abruptos. Demasiadas curvas y cuestas.

La quinta etapa,también transcurrirá unos kilómetros por Álava. Amurrio y Llodio serán punto de paso, aunque será Bizkaia la que tenga el peso absoluto de la jornada. Habrá reparto de bonificaciones en la meta de las cinco etapas en línea (10, 6 y 4), y 3, 2 y 1 segundos en los sprints especiales.

Alexandr Vlasov (Red Bull-Bora), Mattias Skjelmose (Lidl-Trek), que el año pasado perdió la victoria en la última etapa tras el ataque de Ayuso, Joao Almeida (UAE), Enric Mas (Movistar), Carlos Rodríguez (Ineos), Pello Bilbao (Bahrein) y Alex Aranburu (Cofidis) serán los grandes nombres de la ronda, que necesita quitarse el mal sabor de boca de la grave caída del año pasado que afectó a Roglic, Evenepoel y especialmente a Vingegaard. El año anterior también estuvo repleta de quejas. Como las de Rigoberto Urán, las más virales, o las de otros ciclistas que se quejaban de falta de seguridad en finales como el de Leitza. Para este 2025, se implementarán aún más medidas preventivas para volver a hacer despegar la Itzulia.