La enfermera que luchará en la velada de Topuria en Vitoria: «A las mañanas arreglo cuerpos y a las tardes los desmonto»
Aviguey Parra compagina su trabajo como enfermera instrumentista en el hospital de Tolosa con las artes marciales mixtas que le llevarán a la cita de WOW en el Buesa
«Perdona, que hemos tenido una operación compleja. Me demoraré un par de minutos». Aviguey Parra Rivas (San Cibrao, Lugo, 1994) compagina su trabajo como enfermera instrumentista en el hospital de Tolosa con los combates de artes marciales mixtas (MMA). «A las mañanas arreglo cuerpos y a las tardes los desmonto», bromea. Son las 17.00 horas y el equipo Gaman de Vitoria en el que entrena cambia por un día su escuela de Gamarra por las instalaciones del Bakh.
A las órdenes de Unai Kordoba, preparan la velada de WOW que tendrá lugar el día 28 en el Buesa Arena. Un cartel en el que también estará esta gallega de nacimiento pero vasca de adopción que coge el bisturí para diseccionar estas enfrentadas facetas de su vida. Pero en las que lucha sin tregua por dar su mejor versión.
Ella misma es consciente de las similitudes que guardan estos dos antagónicos mundos:«La verdad es que se parecen bastante. Y los dos me encantan, se han convertido en mis trabajos». Del aislamiento de un quirófano, a la 'jaula' de combate. De la anatomía para guiar el camino en las operaciones, a estudiar el cuerpo del rival para asestar el siguiente golpe. De la batalla contra el cronómetro durante las intervenciones, a la carrera contrarreloj para ganar los combates.
«Las operaciones son realidades muy diferentes que te llevas a casa. Es una inmensa mochila»
Sin embargo, no llegaron a su vida de la misma manera. Mientras que este deporte se presentó como un «salvavidas para liberar la tensión generada por el trabajo», la semilla del ámbito sanitario la tenía dentro desde pequeña. Y consiguió que brotase. «Es una vocación a la que me quería dedicar desde niña».
Pero el camino no fue sencillo. «Me gustaba la ciencia y por eso quería estudiar medicina, pero no me dio la nota de corte, tampoco en la segunda convocatoria». Quizá ese fue el primer revés que le dio la vida. Y quizá ahí también, sin ella saberlo, le entró el gusanillo por las luchas. Porque supo responder. Y consiguió alzarse victoriosa. «Entré en enfermería y descubrí que me gustaba ayudar a las personas, que quería ser parte de la solución a los problemas que tenía la sociedad. Cuidar de las vidas». Sin embargo, el peaje era caro, muy caro. La realidad que se vive dentro de un quirófano llega a noquear a uno mismo.
«Busqué una actividad para exteriorizar mi rabia y las artes marciales han sido mi terapia»
«Hay días en los que tienes una operación y otros en los que entras cuatro veces a la sala. Y son realidades muy diferentes que te llevas a casa... Es una inmensa mochila», confiesa. En ese duro momento, el deporte fue su mejor receta. «Busqué una actividad para tratar de exteriorizar mi rabia y las artes marciales me han ayudado a encontrar la paz. Es como mi terapia». Fue ahí, hace cinco años, cuando cambió por primera vez la bata por las guantillas. Se subió por primera vez al tatami. Y le enganchó. No hizo falta ninguna vía. «Empecé sin saber que sería mi desconexión del trabajo».
Un año después, debutó en un combate. «Mi primera pelea fue en una velada feminista muy humilde. Tuve que rebajar el peso, cuidarme y prepararme a fondo y descubrí que me motivaba», recuerda. Lo ganó. Fue el primero de los siete enfrentamientos que tiene en su currículum, con un balance de tres victorias. «Una de ellas fue por ko. Apenas me aguantó 20 segundos». En el otro lado de la moneda están las derrotas. «Pero si las analizas... Era cuatro peleadoras tremendas». El 28 de noviembre, en la velada de WOW en Vitoria, se le presenta una nueva oportunidad para equilibrar las cuentas. Aviguey se peleará con Flor Medina.
'La bestia del norte'
Aunque ella puntualiza. Cuando se quita el gorro de enfermera «que hice yo misma», Aviguey muta en 'a besta do norte' (la bestia del norte). Un personaje al que va dando forma a través de duros entrenamientos. «Esto ha dejado de ser un hobby para convertirse en mi segundo trabajo. Dedico varias horas y días a la semana a prepararme para poder competir al máximo nivel», explica. El cuentakilómetros de su coche reafirma esa entrega. «Vivo en Beasain y entreno en Gama (Vitoria) porque para mí es el mejor sitio que hay. Así que sí, hay días en los que solo paso por casa para dormir».
En esos sueños se cuela la velada del Buesa Arena, cartel al que se han sumado en los últimos días. Una oportunidad que no quiere desaprovechar. Aviguey cuenta las horas para poderse subir a la jaula y mostrar su otra cara. «La sensación de saber que puedes dormir al rival con tu mano es... Es una adrenalina que me encanta, me hace sentir viva», confiesa. Su voz también revela ese hambre.
No obstante, marca distancias entre el deporte y la vida real. «Lo que practicamos no es violencia. En todo momento reina la deportividad y cuando termina el combate volvemos a ser nosotros». En su caso, esa enfermera que a diario se viste la bata y entra al quirófano para asistir a los doctores en una operación. Una pelea sin cuartel.
WOW remata el cartel con el combate entre Parra y Medina
La promotora WOW desveló el lunes el cartel de la velada de artes marciales mixtas que acogerá el Buesa Arena el próximo 28 de noviembre. Una puesta de largo que ahora dobla la apuesta. La compañía ha reforzado el 'menu' con el combate que enfrentará a Aviguey Parra (3 victorias y 4 derrotas) y Flor Medina (2-2). De esta forma, la cita disparará durante cinco horas la adrenalina con diez enfrentamientos. Aún faltan algo más de una semana para la gran cita, pero los luchadores van poniéndose a tono. El miércoles 26 se instalará el octágono en el centro del pabellón azulgrana, la jaula que dictará sentencia. Un día más tarde tendrá lugar el momento del pesaje, el primer 'rival' al que se enfrentarán los veinte protagonistas.
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