El sueño de ser como Dios

Las consecuencias de la erupción del volcán Tambora en abril de 1815 se pueden medir en una hambruna que afectó a casi todo el planeta y dejó una suma desconocida pero muy alta de muertos. En el ámbito de la cultura, cabe pensar que sin aquel verano lluvioso y frío de 1816 podríamos habernos quedado sin una de las grandes novelas de la Historia de la Literatura y desde luego una de las más influyentes. Porque ese año se reunieron en la villa Diodati, cerca de Ginebra, Claire Clairmont y su amante Lord Byron, el médico y secretario de este John Polidori, Percy Shelley y la que se presentaba como su mujer Mary Godwin, que ha pasado a la historia como Mary Shelley. Allí, como una manera de pasar los días de aquel invierno a mediados de año, Byron propuso que cada uno de ellos escribiera una historia sobrenatural. Así nació 'Frankenstein o el moderno Prometeo', que iba a ser un relato breve pero Mary Shelley fue alargando hasta convertirlo en novela.

Dos siglos más tarde el mito está muy vivo. Y ha tenido tantas secuelas que parece haberse multiplicado. Territorios dededicó un número a examinar las razones de la vigencia y las múltiples versiones de una historia que ha tenido un recorrido enorme. Un solo ejemplo: hay más de 200 películas que llevan la palabra 'Frankenstein' en su título.