Las grandes catástrofes

Para muchos historiadores, la Segunda Guerra Mundial no fue sino la continuación de la Primera. O su conclusión. En 2014 se cumplían 100 años del inicio de la Primera y 75 del de la Segunda. Por ello, decidimos contarlas de manera conjunta. Y hacerlo con un gran alarde gráfico, que se detenía en los cambios del mapa de Europa, la guerra de trincheras, el papel de la aviación y otros aspectos técnicos, junto a un álbum de imágenes de uniformes de distintos ejércitos en los dos conflictos, y la evolución de los aparatos que dominaron los combates aéreos.

El relato escrito analizaba causas, consecuencias y cambios sociales, políticos y económicos producidos por las guerras. Pero como no hay análisis que permita conocer cómo fue la vida durante la guerra, a lo largo de las 24 páginas del suplemento se ofrecían muchos datos (muertos, heridos, tropas en combate, armamento, costes, evolución del PIB) y una veintena de escenas que transmitían otra cara de los conflictos: desde los taxis de París que llevaban soldados al frente en 1914 hasta la irrupción en campaña de los primeros tanques, pasando por el papel de los servicios de espionaje, el 'tren precintado' que recorrió Europa, el cansancio de la infantería alemana o el sacrificio inútil de los 4.000 pilotos kamikazes japoneses.